IBAGUÉ. Libardo Ardila Guzmán, sargendo del Ejército, fue condenado a 13 años de prisión por los delitos de actos sexuales con menor de 14 años agravado, donde la víctima sería su propia hija.
El Juzgado Quinto Penal del Cirtuito que emanó la condena, lo absolvió por los delitos de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado en concurso homogéneo y actos sexuales abusivos con menor de 14 años agravado, por hechos ocurridos antes del 7 de julio de 2015.
El togado además ordenó al Instituto de Bienestar Familia le brinde la atención especializada a la menor de edad, víctima dentro del proceso con el fin de mitigar las consecuencias nocivas de la conducta punible.
El fallo fue apelado por la defensa y quedó en manos de la Sala Penal del Tribunal Superior.
Hechos. Para la noche del 7 de julio de 2015, el militar fue capturado por la Policía en el kilómetro 3, cerca de la Finca Santa Cruz en la vía al Aeropuerto Perales.
Los patrulleros se acercaron al vehículo, del cual se bajó un hombre quien afanoso se subía la cremallera del pantalón y se arreglaba la correa.
El sujeto se acercó a los policías y les indicó que estaba en el sitio enseñándole a conducir a su hija menor de edad.
Los uniformados vieron a la niña dentro del automotor, arreglándose la ropa y les dijo que su progenitor le estaba mostrando unos videos.
Los policías ante la incoherencia en los relatos, se llevaron el carro, al hombre y su hija a la Estación de Policía de El Salado, donde llamaron a la madre de la pequeña, quien acudió al lugar.
La niña en la Estación de Policía contó a los uniformados que estaban en el sitio oscuro porque su padre se bajó los pantalones, le mostró su pene, mientras le tocaba sus partes íntimas y le besó la boca.
La menor de edad fue llevada a la Fiscalía donde, a la psicóloga le refirió que esa no era la primera vez que su padre tenía este tipo de conductas con ella, porque hacía un mes la había llevado al mismo sitio, donde dentro del carro le tocó su vagina y le metió los dedos.
Además que cuando vivían en Yopal, Casanare, hace un año, su progenitor le había enseñado sus partes íntimas.
Por estos últimos hechos fue absuelto el militar.