IBAGUÉ. Cuando se disponía a abrir la puerta de su casa, luego de terminar su trabajo en el canal local de televisión, Marco Tulio Valencia Hoyos escuchó dos disparos hechos por un hombre con casco y vestido de negro, a quien se le apagó la motocicleta, a escasos 20 metros.
Según le explicó a la Federación Colombiana de Periodistas, el comunicador aprovechó para abrir la puerta, mientras el sicario se acercaba ya con la moto prendida, y luego de lanzarse al piso, escuchó tres disparos más, dos de los cuales impactaron en la puerta y una ventana de su casa.
Desde el pasado 22 de junio, Valencia ha sido víctima de amenazas telefónicas y mediante esquelas mortuorias en las que lo conminan a abandonar la población, al parecer por las denuncias que ha hecho sobre el daño que en la juventud y niñez están haciendo las drogas ilícitas, distribuidas desde expendios conocidos.
El 17 de julio, el parrillero de una motocicleta le dio tres días para salir de Mariquita, mientras lo amenazaba con una pistola. Y hace un mes, aproximadamente, le hicieron dos disparos de advertencia, en el mismo lugar del atentado del lunes.
Fecolper ha informado de todas las novedades al Ministerio del Interior, sin que hasta el momento se haya producido una respuesta positiva, distinta a la realización de un estudio de riesgo.
“Creemos en las palabras de buena voluntad del nuevo Ministro del Interior, Germán Vargas quien, el 10 de agosto, nos llamó para concertar un nueva política en materia de derechos humanos; pero, entre tanto, resulta urgente darle una atención inmediata y apropiada a nuestros colegas en riesgo de muerte por razones del oficio”, declaró Eduardo Márquez, Presidente de Fecolper.