ROVIRA. A principios de febrero Jazmín Molina Moscoso llegó de Algecira, Huila, con un grupo de labriegos a Rovira a recolectar café. Dos meses y medio después la joven fue asesinada en su casa (foto), al parecer, por el padre de su hijo.
La llamó por su nombre. El lunes a las 7:15 de la noche, cuando la menor de edad estaba en esta casa (foto) ubicada en el barrio Marco Fidel Suárez, sector conocido como ‘El Hueco’, un hombre encapuchado la habría llamado por su nombre y le propinó tres disparos, uno en el abdomen, uno en la cara, y otro en la pierna derecha. Jazmín cayó al piso y murió instantáneamente.
Hipótesis. De acuerdo al testimonio de acompañantes y familiares, “ella había manifestado que si algo le pasaba, el responsable sería su ex compañero sentimental con quien llevaba un pleito por la custodia de su hijo de 18 meses de nacido”.
Además, lo que habría desatado más los celos del hombre, sería que al llegar al pueblo, la muchacha se enamoró de otro joven con quien ya vivía.
La Sijín de Rovira y la Policía Judicial de Infancia y Adolescencia hizo la inspección técnica del cadáver.
El ‘pequeño’ quedó en manos de su abuela materna, Gloria Moscoso.
El presunto sospechoso no ha sido capturado.