GUAMO. Con una sobria pero sentida ceremonia, Guamo despidió como un héroe al patrullero de la Policía Deciderio Ospina Otavo, quien falleció en la madrugada del sábado mientras auxiliaba a los damnificados de la catástrofe natural en Mocoa, Putumayo.
El féretro del uniformado, de 23 años de edad, fue trasladado vía aérea a la capital tolimense y en la tarde del domingo arribó a Guamo para sus honras fúnebres.
La despedida. Una multitud se congregó ayer desde temprano en la parroquia Nuestra Señora del Carmen para darle el último adiós al valeroso hombre, ese mismo que desde hace cinco años ingresó a la institución con el fin de contribuir para alcanzar el País en paz que soñaba y de paso adquirir un sustento económico para ayudar a su familia.
“Su deseo de entrar a la Policía fue para colaborarnos. Él me ayudaba a mí, a mi esposa y mis hijos porque somos personas de bajos recursos”, le dijo Enrique Ospina, padre del uniformado, a un canal de televisión nacional.
En el lugar decenas de uniformados conformaron una calle de honor y otros interpretaron instrumentos de viento al ingreso al templo.
La parroquia se llenó por completo, toda vez que el caso tocó las fibras más profundas de los guamunos que acudieron a la cita con la familia Ospina.
Su fallecimiento. Sobre el deceso de Deciderio en Mocoa se conoció que una corriente lo arrastró cuando pretendía auxiliar a una menor de edad y metros más adelante fue hallado por sus compañeros sin vida.
“Él estaba allá ayudando a los niños y a las personas que más podía”, agregó Ospina al medio televisivo.
Su trayectoria. Sobre Ospina Otavo se conoció que en diciembre de 2013 se había graduado como técnico profesional en servicio de policía en la Escuela Gabriel González del Espinal, e integraba el Grupo de Infancia y Adolescencia de la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía.
Hoy el Tolima lamenta su temprana partida.
