IBAGUÉ. Una tarde de fútbol se convirtió en una pesadilla para Carlos Andrés Vargas Forero, de 20 años de edad, quien llegó a Ibagué el sábado para disfrutar de las jugadas de su equipo adorado, el Club Atlético Nacional, pero que por un acto de intolerancia terminó en la unidad de cuidados intensivos de un centro asistencial de la Capital Musical.
Suceso. Con el anhelo de ver jugar a su equipo favorito, un grupo de amigos se desplazó en motocicletas desde Calarcá, Quindío, hasta Ibagué, a donde llegó cerca del Estadio Manuel Murillo Toro para dejar los vehículos y luego irse caminando hasta el complejo deportivo. Mientras se desplazaban un hombre identificado como Edison Ferney Beltrán les pidió 2 mil pesos, a lo que Vargas respondió que no tenían dinero. Tras la negativa, el sujeto los persiguió y, al parecer, por el acento se percató que no eran tolimenses.
Q’HUBO conoció que los hinchas visitantes estaban en la zona sur del Estadio. Allí, fueron rodeados por muchas personas que vestían la camiseta del Deportes Tolima. En ese momento, aseguraron las autoridades, fue cuando Beltrán le propinó dos puñaladas a Carlos Andrés: Una cerca al corazón y otra que le perforó un pulmón.
La situación fue controlada por uniformados que de inmediato detuvieron al agresor. Acompañado de su novia, la víctima fue trasladada a un centro asistencial.
En audiencia. Ayer, ante el Juez Primero de Rovira, Beltrán fue acusado por tentativa de homicidio pero no aceptó cargos, y manifestó sentir alivio porque Carlos no había muerto: “Bendito sea Dios el muchacho no se murió”, dijo. El detenido es oriundo de Bucaramanga y vive en el barrio La Estación,de Ibagué donde tendrá que cumplir la medida de aseguramiento de casa por cárcel.