IBAGUÉ. A mediados de noviembre del 2016, cuando se conmemoraban los 31 años de la tragedia de Armero, empezó a ‘rodar’ por los restaurantes de la Capital de la República el agua de la esperanza de los niños perdidos de Armero.
“Sí, son botellas de agua, de la misma calidad que las tradicionales, pero con una causa y responsabilidad social”, le dijo a Q´HUBO Francisco González, director de la fundación Armando Armero.
Dos objetivos. Este proyecto que llevaba años gestándose en la cabeza de González, quien con recursos propios ha tratado de reconstruir lo que el barro se llevó, tiene dos objetivos: “Dar a conocer los 340 niños perdidos que la fundación tiene en la base de datos y recoger fondos para seguir investigando qué pasó con ellos”, agregó.
La etiqueta. Si usted compra una de estas botellas de agua, encontrará en la etiqueta el rostro de un niño que salió vivo de la tragedia, la edad que tenía en el año de 1985 y una reseña de la Fundación. “Por ahora, se comenzó con los rostros de 12 niños y a medida que se vayan vendiendo, se incluirán más menores de la época hasta completar todos los que estamos buscando”, expresó González.
Según datos de Armando Armero, los menores adoptados no sólo se los llevaron para otros países, también están en Colombia.
“La idea es que los niños hoy adultos se identifiquen en las fotos, o que colombianos que los hayan visto, o los padres que los adoptaron se pongan en contacto con la Fundación para realizar la prueba de ADN que donan los científicos Emilio y Juan Yunis.
Dato. Para hacer pedidos puede comunicarse al 311 452 85 88. Arman-do Armero espera llevar al agua a todos los rincones del país y por supuesto, del Tolima.