IBAGUÉ. Por causa de los frecuentes cortes de agua en la urbanización Los Álamos, la comunidad debe recurrir a las fuentes hídricas más cercanas al barrio para asearse, lavar la ropa y en algunos casos cargar con canecas para los oficios varios en sus viviendas.
Los ‘balnearios’ escogidos para tal fin, son el río Alvarado y algunos de sus afluentes, que si no estuvieran contaminados por los desperdicios de los galpones que están cerca y los desechos de la comunidad, serían óptimos para su uso.
“Estamos cansados de llamar al Ibal para que nos pongan el agua de manera normal, hemos enviado peticiones, y no nos prestan atención”, señaló Jaimer Echeverry, líder de Los Álamos.
Aunque el agua, sólo llega de 1:00 a 4:30 de la mañana, las reservas no alcanzan para cubrir todas las necesidades domiciliarias, optando por el afluente:
“Los niños están enfermos y tienen brote por el agua contaminada, los adultos están en las mismas”, agregó Ofelia Flores, otra de las afectadas entrevistadas por Q’HUBO.
Y para colmo de males, las facturas de cobro del servicio llegan cumplidamente para que los usuarios cancelen lo que desde hace tres meses les llega interrumpidamente.
“Hemos visto que el recibo ha aumentado. La última factura que cancelé fue de 70 mil pesos, un sólo mes”, puntualizó Echeverry.
Habla el Ibal
El jefe de acueducto del Ibal, Harold Rodríguez, en conversación con Q’HUBO manifestó que hará un visita técnica al lugar para conocer los motivos de la suspensión del servicio.
“Puede ser que una válvula esté dañada o algún problema puede estar pasando en la red que surte ese sector. Enviaré a los técnicos para que hagan lo respectivo”, señaló el ingeniero Rodríguez.
