IBAGUÉ. Margarita Franco Moreno es una joven que cursa tercer semestre de Ciencias Sociales en la Universidad del Tolima. Ella como otros estudiantes están “muy preocupados” por la crisis económica que atraviesa la Institución pues ya los empezó a afectar.
Matrículas adelantadas. “Este año, adelantaron el pago de matrículas. El plazo es hasta el 30 diciembre. Se olvidaron que gran parte de nosotros trabajamos en vacaciones para conseguir la plata. Fuera de eso, el registro (de la matrícula) se hará hasta febrero y entraríamos a mitad de mes”, agregó Margarita.
No les pagan. Si en la parte de los estudiantes llueve, por el de los catedráticos no escampa. Después de la Asamblea multiestamentaria que sesionó el miércoles y a la que no asistió el rector José Herman Muñoz, el viernes la Institución amaneció cerrada.
Tanto los estudiantes como los docentes, le exigen al Rector cuentas claras. “Estamos cansados de solicitarle al Rector que se pronuncie pero no da la cara, sólo envía comunicados de prensa”, dijo la estudiante.
Los docentes. Carlos Gamboa, integrante de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios, Aspu, aseguró que le pedirá al Consejo Superior Universitario contratar una auditoría externa que revise las cuentas de la institución durante la administración de José Herman.
“Exigimos saber cuál es la gravedad de la crisis financiera. Si habrá dinero para cancelar las obligaciones salariales de noviembre y diciembre, y solicitamos que se derogue el Acuerdo 0231 del 21 de octubre que ordenó el pago anticipado de matrículas para los cerca de 20 mil estudiantes”, puntualizó Gamboa.
Préstamo. A principio del mes, el Consejo Superior de la Universidad aprobó un crédito por 10 mil millones de pesos para solventar la crisis financiera de la institución. Como el alma máter prácticamente le ‘debe a todo el mundo’: el dinero sería para pagar la nómina, las prestaciones sociales y las obligaciones con los proveedores.
El préstamo iría acompañado de un “plan de austeridad que pretende liberar recursos por alrededor de tres mil 900 millones de pesos correspondientes a gastos de funcionamiento.
De esta manera se pagará menos por la hora cátedra; Los egresados que quieran hacer un posgrado tendrán un descuento acumulado máximo del 20 por ciento por estudiante; disminuirán los gastos de viáticos entre el 20 y el 30 por ciento en el 2016 y también, se reducirá el número de tiquetes aéreos.
Sin embargo, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, cuestionó la propuesta de endeudamiento ya que es para gastos de funcionamiento y no de inversión.
