IBAGUÉ. María Elena Gallego recibió una llamada en la que le informaron que su hijo, quien está detenido, estaba muy enfermo y que había sido trasladado al Federico Lleras.
“Yo me fui a buscarlo y no estaba, y fui a las USI, al otro hospital y no estaba así que me fui a Picaleña y me dijeron que si no estaba en el Federico era porque estaba en el calabozo”, comentó María Elena.
Ante esta situación ella discutió pues exigió que su hijo tenía derecho de ir a un hospital si estaba grave.
Al siguiente día una familiar le informó que su hijo, Jorge Humberto Herrera Gallego, estaba en urgencias, en muy mal estado y con la camiseta llena de sangre.
“Cuando llegué lo vi todo untado de gas (gas pimienta) y con sangre, no lo querían atender pero yo hablé con una médica y ella me ayudó. Primero en la cárcel habían dicho que era apendicitis pero ella me dijo que el dolor tan fuerte en el estómago y el vómito era por un hematoma en el abdomen”, agregó la preocupada madre.
María logró hablar con su hijo quien le explicó que fue una golpiza por parte de uniformados del Inpec, y que incluso le volvieron a pegar y lo llenaron de gas cuando se quejó por el fuerte dolor.
Herrera Gallego fue dado de alta a la madrugada de ese mismo día que ingresó al Federico Lleras y regresó a Picaleña. Su madre pide mejores condiciones pues incluso los días de visita pueden ver problemas como los baños sucios.
“Él antes estaba en el patio 3, bloque 5 y nunca tuvo estos problemas. Lleva un mes en el patio de mediana y allá los tratan muy mal”, indicó María Elena.
En la cárcel. Hasta el momento Myriam Helena Calle, subdirectora del Coiba, explicó que no hay una denuncia formal por parte de la madre para realizar seguimiento a la situación.
“Ella debe acercarse y hablar con el director o conmigo para que podamos verificar la situación, y conocer con quién habló ella cuando vino y qué pasó con el hijo”, explicó la subdirectora.
Así mismo indicó que revisarán el caso y el estado de salud actual de Herrera Gallego.
