Asesinados lejos de casa

tolimenses asesinados por el eln y farc

IBAGUÉ. Dos familias tolimenses lloran la muerte de sus hijos, un policía y un militar asesinados, al parecer por el ELN en Nariño y las Farc en el Guaviare.
En Rovira e Ibagué, dos familias esperan a sus hijos para darles el último adiós.

‘Plan pistola’. Andrés Felipe Rodríguez Quevedo, sub teniente de la Policía, era natural de Rovira y su progenitora Yamile Quevedo trabaja en el Hospital San Vicente de la localidad.
En el momento del atentado, 4:00 de la tarde del sábado, el uniformado tolimense vestía con ropa de civil.
El rovirense, quien era el comandante de la estación de Policía de Ricaurte, Nariño llegó al municipio luego de asistir a una reunión en Túquerres.
El Policía estaba en la avenida Santander cuando se le acercaron de manera sigilosa y a un metro de distancia le dispararon en la cara.
El joven de 24 años de edad, cayó malherido al piso, alcanzó a sacar su arma de dotación y disparó en contra de uno de los supuestos insurgentes del ELN, y lo hirió en una de sus piernas.
Al escuchar los disparos, el patrullero Stiven Pasichaná Pusil, reaccionó con el fusil de dotación, pero fue asesinado de varios disparos en la cabeza y sus extremidades.
Los presuntos autores del doble homicidio huyeron del pueblo y la Policía encontró en una alcantarilla a un sujeto herido, quien fue capturado y llevado a un centro asistencial.
La Policía atribuyó el hecho, al ELN, porque en el lugar encontraron banderas y panfletos alusivos a esa guerrilla, y las muertes obedecerían al denominado ‘Plan Pistola’.

Les dijeron que murió calcinado. En el barrio Gaitán y medio de las lágrimas, Luz Mila Rodríguez, madre del soldado profesional Marío Alejandro Perdomo Rodríguez, no entiende cómo su único hijo varón murió calcinado en el Guaviare, en un enfrentamiento al parecer con la guerrilla de las Farc. ‘Alejo’ como lo llamaba su familia, tenía 23 años de edad, según su progenitora fue el único militar de su pelotón que murió en zona rural de San José del Guaviare. Perdomo Rodríguez, pertenecía a la compañía Aquiles Uno del batallón Joaquín París de Infantería 19, de San José del Guaviare. “Desde pequeño quiso ser militar para sacarnos a adelante”, dijo la madre, quien habló por última vez con el joven el jueves anterior, cuando le contó que salía a una misión. Lo que le llama la atención de la dolorida mujer, es que el sargento que le avisó la muerte de su hijo, le dijo que una de las balas había prendido el pasto, por esto se había calcinado y que lo habían encontrado dos horas después del hecho. Por su parte, Anibal Rodríguez, tío del joven recordó que su allegado amaba trabajar en el Ejército, era recochero, activo, bromista y querendón con su sobrina. El hombre señaló que hace seis meses el occiso le contó que había tenido un inconveniente con unos compañeros, pero no pasó a mayores. El sueño del ibaguereño, quien sufrió hace un año de leismaniasis y estaba a la espera del traslado a Armenia, era comprarle una casa a su mamá.

 

Policía ofreció recompensa. Hasta 50 millones de pesos podría recibir la persona que brinde información sobre los responsables de la muerte de dos uniformados en la estación de Policía en Ricaurte, Nariño.

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