IBAGUÉ. Fue Botín de Oro en el ‘Apertura’ 2012 con 13 tantos jugando para el Deportes Tolima, y ayer en su regreso, Robin Ramírez ya puso una cuota inicial de tres goles en la victoria 4-1 sobre Boyacá Chicó por la primera fecha de la Liga Águila 2015-I, para intentar igualar o superar dicha gesta, la cual lo catapultó al balompié internacional.
Con las tribunas prácticamente vacías, pero una gran euforia en los pocos asistentes al estadio Manuel Murillo Toro, por el retorno del fútbol profesional, comenzó el compromiso entre ‘Pijaos’ y ‘Ajedrezados’.
Y esa alegría llegó a su tope máximo cuando a los 24 minutos, Robin Ramírez respondió rápidamente a la confianza que le depositó la ‘Tribu’ para que recuperara su condición de artillero en Ibagué.
El paraguayo venció a Luis Estacio luego de una descolgada por derecha de Marco Pérez, quien tiró larga la pelota para dejar regado a su marcador, mandó el centro a ras de piso, Hernán Figueredo no alcanzó a desviarla con su cabeza porque iba muy abajo, pero el ex Deportivo Cali sí pudo con su pie izquierdo.
Cuando la afición no terminaba aún de celebrar, y el visitante apenas despertaba del ‘golpe’, Pérez resolvió con un derechazo una serie de rebotes en el área grande rival (26’), en el cual los contrarios ofrecieron todo tipo de facilidades.
Para la segunda mitad, los ‘Musicales’ entraron en un túnel de sueño por el ‘colchón de relax’ que les ofrecía la ventaja de dos goles. Esto lo aprovechó el conjunto dirigido por Eduardo Lara, quien ingresó a Yesid Aponzá. La modificación le rindió frutos, pues fue el que le ayudó a encontrar el descuento (59’).
Al Tolima parecía oscurecérsele el panorama, tal y como estaba el cielo en ese instante, pero nuevamente apareció el sol, y con él Robin Ramírez para dar tranquilidad, luego de una notable habilitación de Andrés Felipe Ibargüen.
Ese parecía el puntillazo final. No obstante, el ex ‘Azucarero’ todavía tenía batería de sobra. Pérez le robó la pelota a un contrario, puso al ‘Guaraní’ mano a mano con Estacio, la redonda le quedó en el rebote y la picó para dejar sin opciones al zaguero que lo seguía y pretendía evitar que hiciera el cuarto.
Fue tripleta, y por eso, de manera merecida, cuando fue sustituido por Wilfrido De La Rosa pidió una pelota usada en el cotejo, como recuerdo por la faena ante los boyacenses, que se espera sea apenas el abrebocas de un semestre colmado de festejos y éxitos.
