IBAGUÉ. La celebración de los 60 años de vida del Deportes Tolima no pudo ser completa ayer en el estadio Manuel Murillo Toro, debido a que el Vinotinto y Oro fue doblegado 2-1 por Águilas Pereira, en la jornada final de los cuadrangulares semifinales del ‘Torneo Clausura’ 2014.
La fiesta se empezó a dañar muy temprano. Antes de cumplirse el segundo minuto de juego, cuando algunos hinchas aún se acomodaban en las graderías, el delantero Johan Fano apareció sin marca en un tiro de esquina, para abrir el marcador con un cabezazo.
Fue un baldado de agua fría para el dueño de casa. El tanto lo dejó ‘congelado’. No hubo reacción. Todo fue enredo, desespero, y eso facilitaba las cosas para que el contrario sumara tres puntos vitales, en su intención de clasificar a la Copa Sudamericana de 2015.
Sin embargo, Tolima pudo empatar gracias a una acción individual. El protagonista fue el atacante Charles Monsalvo, quien se despidió con un golazo, toda vez que poco después se retiró lesionado del campo.
Antes de acabar el primer tiempo, se presentó una mano en el área ‘Musical’. El juez no dudó en pitar penal. El peruano Fano tiró a un costado, pero Leonardo Burián le adivinó, aunque en el rebote no fue respaldado por sus compañeros y Cléider Alzate concretó el 2-1.
La parte complementaria fue aburridora de principio a fin, pero en la cancha, porque en una de las graderías populares, la barra Revolución Vinotinto Sur decidió entonar El Bunde y cantarle el feliz cumpleaños al club de sus amores, justo al minuto 60.
Además, corearon el nombre de cada uno de los jugadores presentes en el ‘Coloso de la 37’, incluidos el entrenador Alberto Gamero, y los volantes Yimmi Chará y David Silva, quienes se irán para el exterior y Millonarios, respectivamente.
Con el pitazo final, los ‘Musicales’ se marcharon para las duchas con la bronca de la derrota, mientras que los aficionados se quedaron festejando con la orquesta dispuesta para amenizar un pequeño pero significativo homenaje de la Alcaldía Municipal, en el que las Águilas se comieron la torta.
RONAL RENGIFO