IBAGUÉ. El anhelo de Miguel Ángel Alvarado Obando era jugar en el Deportes Tolima. Entrenó desde muy joven en Academia Tolimense, pero no pudo llegar muy lejos como futbolista. Sin embargo, el equipo Vinotinto y Oro siempre ha estado en su corazón y por eso lo apoya constantemente, pero a quienes admira desde la tribuna, terminaron golpeándolo por algo que según él, aún desconoce.
El domingo él salió con dos amigos y a eso de las 3:30 ó 4:00 de la madrugada del lunes, llegaron a Manaos, en el sector de Mirolindo.
A eso de las 6:00 a.m., cuando estaban saliendo en el “parqueadero empezaron a lanzar rocas”.
Al ver eso ,“quisimos ingresar nuevamente al negocio y me caí. Nicolás Palacios, fue el que me cogió”.
Dijo que Marco Pérez le pegó con una roca en el abdomen y Palacios “me agredió con un machete en la cabeza”. Y perdió el sentido. Otro de los futbolistas que nombró el agredido es el volante Andrés Felipe Ibargüen.
“Mi amiga me dijo que ella llorando le decía a Marco Pérez que no me lanzara la roca en la cabeza y me la tiró”.
Alvarado Abando afirmó que en ningún momento molestó a los jugadores: “Qué pesar que haya pasado esto”, puntualizó.
En estudio el caso
Los jugadores fueron llamados por el Comité Disciplinario del equipo, para tener la versión de ellos y luego con las demás pruebas tomar decisiones. Los futbolistas, Marco Pérez y Nicolás Palacios, asistieron ayer al entrenamiento, pero trabajaron aparte del grupo principal.