IBAGUÉ. Cantó el Bunde Tolimense de principió a fin, se aguantó las tediosas lecturas de los decretos de sus reconocimientos con una sonrisa en el rostro, abrazó a los niños, repartió autógrafos lo que más pudo, hasta bailó el “Ras tas tas”, pero lastimosamente tuvo que salir huyendo de la Universidad del Tolima.
Así fue la visita del futbolista Freddy Guarín ayer a Ibagué, donde le fueron entregados siete reconocimientos administrativos por su participación con la Selección Colombia en el Mundial de Brasil, los cuales recibió como todo un caballero, agradeciendo a su gente del barrio Las Américas, sus ex compañeros del Club Cooperamos Tolima y los primeros entrenadores que tuvo mientras vivió en Ibagué.
Con humildad recordó su época de vendedor de empanadas en el Parque Deportivo y todas las dificultades que ha tenido que pasar en su vida.
“Un día lo soñé, un día lo logré”, es el lema que lo ha acompañado siempre y fue ese el mensaje que le dejó a todos los niños y jóvenes tolimenses que en algún momento han sentido frustradas sus esperanzas de un futuro mejor.
No dieron ejemplo
Más allá de la euforia del público, quienes dejaron mucho que pensar en el evento fueron algunos funcionarios de la Universidad del Tolima, representantes de las administraciones local y departamental y periodistas, que no dieron ejemplo y fomentaron la indisciplina durante el acto, pidiéndole fotos y autógrafos al jugador, cuando se le repetía a los asistentes mantener el orden.
Angélica Mahecha U.