IBAGUÉ. Con un derecho de petición, Esmith Figueroa Moncaleano pidió a las directivas de la Cárcel de Picaleña que pongan cuidado al caso de su hijo. Tiene una grave enfermedad y cada vez se ve más deteriorado.
La situación se complicó desde el año pasado que Jeison Fabián Figueroa Moncaleano viene presentando dolores en el estómago. Ya lleva tres años en la Penitenciaría y lo que come lo vomita, por lo que ya se encuentra más delgado.
La progenitora fue a visitarlo en enero de este año y el joven le contó que el médico le diagnosticó que tenía una úlcera muy avanzada. Por ahora, el tratamiento es con milanta y omeprazol.
Sin embargo, en febrero la situación se empezó a complicar más. Esmith Figueroa recibió una llamada desde el Patio 7, donde se encuentra su hijo, y le informaron que el interno “estaba grave revolcándose en el piso del dolor. Ya vomita sangre. La guardia lo que hizo fue golpearlo”.
“Ese día fui pero no me dejaron entrar, y como yo lo visito cada 15 días, le siento una bola en la ‘boca del estómago’. Se ve acabado, amarillo y se le notan los huesitos”, dijo la madre.
El 17 de marzo, Esmith Figeroa fue a la coordinación del Coiba con el derecho de petición. Expuso el caso y llamaron a Sanidad.
La respuesta fue que “él estaba en tratamiento y que esta en el listado para sacarlo al médico, pero que era por turnos”.
En la carta, Figueroa relató que la atención que ha recibido su hijo no es integral, puesto que lo llevan a la enfermería de la Penitenciaría y no a un hospital, ni a un especialista. “Mi hijo llegó bien a este sitio, si no le prestan la atención correspondiente, los hago responsables de lo que le pueda pasar a él”, afirmó.
“Quiero que le brinden la salud integral, que lo lleven al médico para que le den lo que necesite, que lo lleven al especialista porque ya ni come por el dolor que siente”, pidió Esmith Figueroa a las directivas de la Penitenciaría de Picaleña.
El defensor del Pueblo, Miguel Aguiar, tiene conocimiento del caso e iniciará una investigación.