IBAGUÉ. Una mañana de descanso se convirtió en un milagro para Luis Hernando Martínez, quien después de tomarse su acostumbrada taza de café, vio como la Virgen del Carmen se le aparecía.
“Eran las 10:30 de la mañana del domingo cuando boté el ‘cuncho’ del café que me estaba tomando y se me dio por mirar el fondo del pocillo y vi la Virgen del Carmen. Pensando que eran cosas mías, me fui a preguntarle a mis vecinos y ellos me dijeron que sí era ella”, comentó Martínez.
Al ver la revelación, Luis Hernando cogió el pocillo y lo puso en una bolsa plástica para que lo bendijeran en la iglesia del Divino Niño.
El artesano de 54 años residente en la manzana cinco, casa 23 del barrio Santofimio, cuenta que ya la Virgen del Carmen lo ha salvado dos veces de morir.
La primera en un accidente automovilístico hace 15 años, en el que él la vio cuando caía a un abismo; y la segunda fue obra del Divino Niño y la Virgen en el río Magdalena, cuando por poco muere ahogado por una atarraya enredada en su mano.
“Para mí es una aparición divina, porque fue un Domingo de Ramos y creo que ella quiere advertirnos de un milagro más grande o que mi Diosito quiere socorrerme en algo”, expresó a Q’HUBO.
Luis Hernando cree que la aparición debe tomarse con mucho respeto, por eso no ha hecho mucho ‘alarde’ de ella y se ha dedicado a rezar. “Estoy preparándole un altar donde le pondré velitas, para que todos los días nos proteja y si la gente quiere venir a rezar, que venga”, puntualizó Luis Hernando.
ANGELA MARÍA PÁRAMO TRUJILLO