IBAGUÉ. El segundo alumbramiento de Leidy Alexandra Quiñónez Quintero fue como de película. En vez de ser una habitación acondicionada y con el personal especializado, sucedió en una habitación de una residencia del Centro de la Ciudad y sola.
Quiñónez Quintero llegó con su familia a la Residencia Alpes, ubicada en la calle 18 número 3-97 hace seis días, y por su estado guardaba todo el reposo posible porque pronto daría a luz:
“Me dijo que le faltaban ocho días. Sin embargo, le estaban dando algunas contracciones y ella estaba solita porque el esposo estaba trabajando vendiendo dulces en la calle. Me fui hacia la parte de atrás y en ese momento mi mamá avisó que el niño había nacido”, dijo Angie Katherine Cañas, hija de los administradores del lugar.
“Mi mamá estaba en la parte de afuera del cuarto. Ella escuchó que pedían auxilio, abrió la puerta y ya tenía el niño sobre la cama y la placenta tirada en el suelo. Llegaron otros vecinos a ayudar y mi mamá corrió a buscar una cobija para envolverlo”, relató Cañas.
Posteriormente fue llamada una ambulancia, que tardó varios minutos, para trasladar a la mujer hacia el Hospital San Francisco, donde fue recibido junto al neonato para conocer el estado de salud.
“Los señores de la ambulancia llegaron y no tenía unas tijeras para cortar el cordón umbilical, por lo que tocó llevarla unida a su hijo hasta el centro asistencial”.
Estando en el lugar fue atendida por los galenos que dieron un parte satisfactorio de la mujer, mientras que el niño está bajo de peso con 2 mil 760 gramos.
