Si el río suena, un cuerpo lleva

IBAGUÉ. La travesía para Wilmar Hernando Suárez, socorrista de la Defensa Civil, y su compañero Milton García, inició ayer en la mañana al llegar al caserío Santa Lucía, ubicado a cuatro kilómetros de la vía principal que comunica al barrio El Salado con San Bernardo. Allí fueron a buscar el cuerpo de un hombre que algunas personas habían visto en la ribera del río Alvarado.

Suárez llegó a las 10:00 a.m. hasta una finca del sector, donde vive Luis Francisco Herrera, quien reside en el lugar hace cuatro años con algunos familiares, entre ellos niños.

Herrera, conocedor de los alrededores de la zona, ayudó a los voluntarios de la Defensa Civil, quienes el miércoles entraron al afluente a las 5:00 de la tarde y salieron una hora y media más tarde, pero no hallaron el cadáver que dos individuos aseguraron haber visto.

Sin embargo, las aves de rapiña en la mañana de ayer sobrevolaron constantemente hacia la parte baja del río, por lo que decidieron ir en esa dirección y con machetes en mano se abrieron paso por la espesa maleza, y luego de unos 20 minutos de camino y descender por una pendiente, divisaron el caudal que para fortuna de ellos no estaba elevado.

Bajaron entonces un par de metros y en la margen izquierda, en medio de un árbol, estaba el occiso, que no tenía camisa ni zapatos. Sólo un pantalón y una correa café. Además, se presume que por los golpes con las piedras, la cabeza se desprendió del cuerpo.

 

La extracción del cuerpo

 

Cinco funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación se encargaron de realizar la inspección.

Luis Francisco Herrera, quien estaba en el sitio, les manifestó a los investigadores que debían tener cuidado porque el caudal del río podría aumentar en cualquier momento, sin embargo esto no ocurrió.

El cuerpo fue embolsado y luego amarrado con una cuerda a un palo para subirlo por el camino de herradura.

 

Sería Orlando Tovar

 

Hace 10 días, en la vía a San Bernardo, Orlando Tovar Pastrana, de 51 años de edad, quien caminaba en estado de alicoramiento en compañía de un amigo, cayó al menos 10 metros cuando pasaba por un puente. Tovar Pastrana se golpeó con una piedra, pero por la oscuridad no pudieron hacer nada para sacarlo, y la creciente de la quebrada La Garrapata lo arrastró. El socorrista Wilmar Hernando Suárez lo buscó con algunos compañeros por dos días en la zona, pero no lo encontraron. Para el hombre de la Defensa Civil, el cuerpo encontrado tiene muchas características de Tovar Pastrana, natural de Neiva, Huila, quien había llegado a la capital del Tolima a laborar en una obra de construcción que se adelanta en el sector de El Salado.

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