GUAMO. A las 10:00 de la noche del lunes aproximadamente, María Camila Sánchez Bríñez, de 17 años de edad, estaba en su casa a punto de acostarse, pero salió al baño en pijama y descalza. Eso fue lo último que sus familiares supieron de ella. Luego de 16 horas de desaparecida, la encontraron muerta.
En la mañana del martes, la mamá salió a buscarla, llamó a sus parientes en El Espinal, pero nadie daba razón de su ‘Negra’, como la llamaba de cariño.
Rosalba Bríñez Cardozo, tía de la muchacha, dijo a Q’HUBO: “Ella estuvo el lunes en mi casa, (El Espinal), departió con mi hija y la pasaron bien. A eso de las 4:30 p.m., se despidió porque ya se iba con la mamá”.
Bríñez Cardozo fue a la vereda Quinto Chipuelo, zona rural de Guamo, donde buscaron por las quebradas. La llamaron, pero al ver que no la hallaban, pidieron ayuda a la Defensa Civil.
Los voluntarios recorrieron la zona y a 100 metros de la residencia de la joven, en un canal de riego, su cuerpo estaba bocabajo y semidesnudo.
Luego de llevar el cuerpo al hospital del pueblo, de allí la trasladaron al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, de Ibagué, porque se trataba de un caso aberrante.
Bríñez Cardozo mencionó que la información que tuvo sobre las causas de muerte fueron pocas: “Dicen que la torturaron y que tenía quemaduras en el pecho”, manifestó.
El coronel Ricardo Suárez Laguna, comandante (e) de la Policía del Tolima, manifestó: “El cuerpo no presenta signos de violencia con arma blanca o de fuego. Por eso se envió a Medicina Legal para que determine las causas de la muerte”.
Y agregó: “En el cuello tenía hematomas, al parecer producto de algún tipo de ahogamiento”.
Hasta el momento, las autoridades no tienen una hipótesis o móvil sobre el asesinato de la joven, que aparentemente fue arrastrada 70 metros hasta el punto donde quedó su cadáver. El lugar estaba rodeado por un cultivo de maíz.