IBAGUÉ. En una emboscada fue asesinado Andrés Noguera Wiza, natural de Ibagué, quien llevaba cuatro meses en la Policía, y hace 15 días fue trasladado a zona rural del municipio de Llano Rico en el Departamento del Chocó, donde ocurrieron los hechos.
El policía se encontraba en esa zona prestando guardia a unos topógrafos y todos los días se comunicaba con su familia. Curiosamente, hace dos días no se había contactado con ellos.
“El sábado hablamos y me dijo que estaba dormido y ayer (domingo) no pudimos hablar. Un amigo nos llamó pero no nos dijo lo que había pasado, sólo quería saber si ya había llegado la noticia”, dijo Vianey Wiza, progenitora del occiso.
La información llegó a la familia del patrullero a través de la psicóloga de la Institución el domingo en la tarde.
“Dios me lo dio y yo se lo entregué un día cuando se fue para la Policía. Yo le dije (a Dios): Yo te lo entrego padre de la gloria y que se haga tu santa voluntad, y la voluntad de Dios fue llevárselo, y ahora me cuida desde el cielo”, manifestó la acongojada madre.
Veía por sus ojos
Para Vianey, Andrés Noguera era un “enviado de Dios” porque era noble y un buen hijo. “De pequeñito era rebelde, pero después fue un hijo muy especial, noble y yo no tenía quejas de él. Daba gracias a Dios por darme un hijo obediente”, indicó la mamá.
Aunque su meta no era irse para la Policía, tuvo que hacerlo para no correr el riesgo de ser víctima de la violencia si se iba para el Ejército. Ya había decidido hacer la carrera en la Policía cuando ocurrió el hecho.
