Tras el ataque de un felino al ganado de varias fincas en la vereda Potosí, del municipio de Cajamarca, la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima), inició la conformación de grupos de monitoreo comunitario con habitantes del sector, quienes recibieron la capacitación para la instalación y el manejo de cámaras trampa.
A través de esta estrategia, Cortolima va a monitorear la actividad de una posible mamá puma (Puma concolor), que tiene azotada a la comunidad con frecuentes ataques a animales de granja como vacas, camuros y caballos, con la finalidad, al parecer, de enseñar a sus crías a cazar.
En la jornada de capacitación, los profesionales de Cortolima explicaron la instalación, programación y funcionamiento de las cámaras trampa, y se definieron los puntos estratégicos para su ubicación y la manera de extraer la información captada.
“Con las imágenes captadas, la corporación no solo busca generar estrategias de prevención de ataque de puma, sino también registrar, identificar y facilitar la toma de decisiones en relación con la fauna silvestre que habita el sector”, indicó Lizeth Jiménez Laserna, bióloga de Cortolima.
La comunidad, consciente de que el territorio en el que vive es también el hábitat natural de este tipo de fauna silvestre, ha expresado abiertamente que no quiere un escenario de cacería y, por esta razón, solicitó la intervención de Cortolima.
Jiménez recordó que la caza de cualquier especie de fauna silvestre está prohibida y quien sea sorprendido realizando este tipo de prácticas podrá enfrentarse a sanciones económicas y penales.
Ante el avistamiento de cualquier especie de fauna silvestre herida o desorientada, la ciudadanía puede reportar el caso a la línea de rescate de Cortolima 3186322529, para que los profesionales asignados atiendan la situación.