Desde mediados de julio del año pasado, los residentes de la manzana 1, casa 4, de la organización Onzaga, enfrentan una situación alarmante con la llegada de una nueva familia.
Según testimonios de los vecinos, esta familia ha establecido un negocio no identificado generando caos y conflicto en la comunidad, “invadiendonos toda la cuadra, cerrandonos con vehículos de carga pesada, camiones, motos, carros y bloqueando la entrada al punto de que no podemos salir de la casa ni entrar, porque si vamos a salir es un problema y si vamos a entrar es otro problema y tratándonos mal, injuriándonos, calumniándonos, agrediéndonos, amenazándonos con arma de fuego”, afirmó una de las residentes de la comuna 4.
La líder del negocio, junto con sus hijos y clientes, ha sido acusada de constantes agresiones físicas y verbales. Además,los habitantes del barrio denuncian que su vecina utiliza a un niño para distraer la atención de la policía, “tienen un niño pequeño, menor de edad, que lo utilizan como algo así como para distraer cuando en ocasiones llega la policía a tratar de proteger nuestra integridad, sueltan ese niño a que deambule para distraer la atención”.
Las amenazas han escalado hasta intentos de incendiar la propiedad. Según los afectados, el esposo de la mujer persiguió en moto a uno de los vecinos, lo derribó y posteriormente intentaron incendiar su casa, «nos han tratado de incendiar la casa, nos lavaron la fachada con un líquido altamente inflamable para prendernos fuego. Han habido dos oportunidades de intento de incendio«, denunciaron los residentes.
La comunidad de la organización Onzaga hace un llamado urgente a las autoridades para que tomen medidas decisivas y pongan fin a este acoso, garantizando la seguridad y la paz en el vecindario.
FOTO: Han habido intentos de incendios.
Archivo/El Nuevo Día