La gobernadora del Tolima, denunció que las disidencias de las Farc, estarían pintando grafitis en algunos vehículos en el sur del Departamento.
La denuncia
La tarde de este viernes 1 de marzo, la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, al igual que el senador Oscar Barreto, denunciaron que las disidencias de las Farc, estarían pintando letreros de ese grupo armado ilegal, en vehículos de habitantes de Rioblanco, al sur del Departamento.
En este caso específico, un campero de color verde marca Toyota Land Cruiser, resultó con varios grafitis en las puertas y el capó, alusivos a la estructura Ismael Ruiz.
«El regreso de imágenes que no veíamos desde hace décadas ha sumido a nuestro territorio y a nuestros ciudadanos en el temor y la zozobra. Mi anticipación y denuncias sobre la crítica situación en los municipios del sur del Tolima, se han confirmado, lamentablemente. Estas imágenes demuestran que no son infundadas».
«Hago un urgente llamado al gobierno nacional y al Ministerio de Defensa, para que no nos dejen solos en la lucha contra la delincuencia. Necesitamos orientación clara para abordar con firmeza estas manifestaciones de violencia«, indicó la gobernadora del Tolima.
Asimismo, explicó que están «comprometidos a combatir a estos delincuentes violentos y llevaremos estas denuncias con firmeza a la próxima cumbre de seguridad con los gobernadores de Colombia».
El senador conservador Oscar Barreto, también se refirió a este hecho: «Volver a épocas de intimidación y terror es aberrante y humillante. Después de por lo menos 20 años de intensa lucha por recuperar el orden y la libertad de los ciudadanos del sur del Tolima, hemos regresado al caos y a la inseguridad total. Horror», dijo.
Las disidencias en el Tolima
En el sur del Tolima hace presencia la estructura Ismael Ruiz del Grupo Armado Organizado Residual, autodenominado Estado Mayor Central de las Farc, cuyos hombres han cometido varias acciones en los últimos meses, entre esas el atentado a la alcaldesa de Rioblanco y a una comisión de una empresa de Bogotá, así como intimidaciones y extorsiones a campesinos y comerciantes.
El año pasado, también sostuvieron combates con miembros de la Fuerza Pública en el corregimiento Puerto Saldaña y en Maracaibo, zona rural de Rioblanco.