IBAGUÉ. Con el pretexto de adquirir un servicio de guardería para un perro, un joven llegó a la Veterinaria San Bonifacio Pet House ubicada en el barrio Los Parrales, atendida por Ricardo Céspedes Quintero (izquierda), quien amablemente atendió al supuesto cliente que iba con otras intenciones.
El médico veterinario zootecnista resultó víctima de una brutal agresión que casi le cuesta la vida.
Sergio Stiven Bermúdez Quiroga se acercó a la manzana R casa 6 localizada sobre la carrera Sexta número 65A – 49 donde le dijo a Céspedes Quintero que era topógrafo y que dejaría una mascota al menos tres semanas, porque se iría de viaje.
Emerson Gamba, cuñado del médico veterinario, contó: “Lo dejó ingresar y le enseñó las instalaciones donde estaría el animal. Luego el tipo le pidió un vaso de agua”, afirmó
Céspedes fue al consultorio para darle algo de beber, “cuando le fue a pasar el agua, lo empujó para el consultorio y empezó a tratarlo mal”, indicó el pariente.
Bermúdez Quiroga metió a la víctima en el baño de la oficina y de acuerdo a la versión que el afectado le entregó a sus familiares, el atacante lo intimidó con un cuchillo y un destornillador, y lo agredió en el baño de la oficina. La primera herida y más dolorosa fue entre el abdomen y el tórax.
En el primer baño, el joven le habría amarrado las muñecas al veterinario, empezó a pedirle las llaves del carro y las claves de las tarjetas de crédito. Una de las políticas que tiene la familia es entregar las cosas cuando sean víctimas de la delincuencia para evitar salir mal librados.
Pese a que Céspedes Quintero le dio lo que el atacante le pedía, éste no paraba porque lo sacó del baño y lo llevó a otro. El estado de salud era delicado por las múltiples lesiones que ya tenía en la cabeza y diferentes zonas del cuerpo.
El presunto asaltante empacó algunos elementos en un morral que había dejado en la oficina de Céspedes, quien tras un acto de valentía y pese a su condición, se soltó y corrió hasta la puerta de la entrada al negocio. Como pudo, abrió y salió a pedir ayuda.
Con las manos ensangrentadas, intentó evitar que el ‘pillo’ saliera: “El sujeto trató de salir por otro lado, pero rompió la puerta (que era sostenida por la víctima)”, expresó Gamba.
Las personas salieron de sus casas y al momento vieron correr al presunto agresor en dirección a la calle 66 por la parte de atrás de los apartamentos de La Alameda. Antes de que alcanzara a llegar hacia la carrera Quinta, unos hombres lo interceptaron y algunos taxistas también apoyaron.
Jhon Jairo Espinosa, vigilante del parqueadero de Arkacentro, observó desde su puesto lo sucedido:
“Solicité apoyo a un compañero, los policías estaban cerca y él les informó”, refirió.
El sospechoso recibió algunos golpes, por lo que fue llevado por los uniformados de la Policía Metropolitana de Ibagué, Metib, a la Clínica Saludcoop de la calle 60 para que fuera valorado.
Bermúdez Quiroga estuvo en el centro asistencial hasta las 4:30 de la tarde del martes y luego fue llevado a la Unidad de Reacción Inmediata, URI, de la Fiscalía.
LA AUDIENCIA
En la mañana de ayer en el segundo piso del Palacio de Justicia, Sergio Stiven Bermúdez Quiroga, de 23 años de edad, fue presentado ante el Juez Segundo Penal de Control de Garantías y fue acusado por la Fiscalía de dos delitos, hurto calificado y tentativa de homicidio.
La fiscal encargada indicó que Céspedes Quintero recibió al menos 45 heridas en la cabeza y 10 más en otras partes del cuerpo.
Las armas que habría utilizado el detenido fueron un cuchillo y un destornillador. Con este último elemento golpeó la cabeza del veterinario, quien tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, porque hubo fractura del hueso.
La víctima estaba ayer en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde debía permanecer 48 horas que se cumplen hoy, para determinar la evolución de la salud del afectado.
La brutalidad del ataque y el hurto de las tarjetas de crédito, dinero en efectivo y un celular, fueron las pruebas preliminares contra el capturado.
Al preguntarle al joven si aceptaba los cargos imputados por la Fiscalía, respondió que no. El ente acusador solicitó que fuera recluido en la Cárcel de Picaleña.
Ante la petición, la abogada de la defensa argumentó: “Mi defendido no es una persona normal”. La base de dicha manifestación fue que el joven tenía antecedentes de intentar acabar con su vida cortándose las venas y tratar de lanzarse del puente de La Variante.
Pese a la exposición de la jurista, el Juez determinó enviar al aprehendido para la cárcel, pero antes de ello dejó claro que le solicitará al Inpec tomar las medidas correspondientes para evitar un posible intento de suicidio por parte del sindicado.
AUXILIARON AL VETERINARIO
Edxamir Poveda, empleado de Yesos de Colombia, llegó a la empresa luego de haber dejado un domicilio y vio en la puerta a Ricardo Céspedes Quintero:
“Fuimos a ver qué había pasado y él (Céspedes Quintero) pidió una ambulancia”, manifestó el testigo. Al ver que no llegaba ayuda médica, Poveda decidió llevarlo en un motocarguero en compañía de su compañero Jorge Yamid Moreno, quien fue el encargado de gritar para que les dieran vía. El médico, estuvo conciente todo el tiempo. Una de las cosas que le dijo a Moreno, fue que le encargaba los perritos de la veterinaria.