Un descendiente japonés que dibuja la Capital Musical: vivió una travesía para reencontrarse

Fotos: suministradas Voy por Colombia / Q’Hubo

ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS qhuboibague@gmail.com

Cierto día mientras bebía un café en Sonata y mi mirada se perdía en los árboles del parque Centenario, en los samanes que serraron y no hubo responsables y no recuerdo lo que pensaba, volví de ese instante y fijé mi mirada hacia uno de los locales de la Plazoleta de los Artesanos.

Con el lienzo en su caballete, un artista sostenía un pincel y miraba y alternaba repetidas veces la biblioteca Soledad Rengifo y su pintura, en óleo dibujaba la fachada de dicho centro cultural junto con los edificios que hay a su alrededor.

Terminé el café y me acerqué donde estaba el joven quien seguía en su labor, en el interior del local y en un trozo de madera estaba escrito el nombre Hisayoshie Eshima, lo saludé y conversamos sobre su trabajo y, por supuesto, su nombre.

“Mi abuelo fue un ingeniero agrónomo de la Universidad de Tokio, llegó a Colombia porque el gobierno de Japón tenía la idea de trabajar la tierra en Sudamérica, él estuvo en Valle del Cauca, Bogotá y en Facatativá conoció a mi abuela, tuvieron a mi papá, luego nací yo y me pusieron el nombre del abuelo. Por trabajos de mi padre, que era ingeniero electricista, llegamos a Ibagué”, narró.

Con su cabello largo recogido, también me contó que se graduó en Bogotá como diseñador Industrial, pues de niño notó que se le facilitaba mucho dibujar, construir cosas y esa carrera la relacionó con el arte.

Sin embargo, al terminar la universidad se dio cuenta que lo suyo era la pintura, la escultura y tenía sus pensamientos ‘enredados’, entonces decidió recorrer Sudamérica, tenía apenas 500 mil pesos con los que llegó hasta Pasto.

“Me fui un tiempo para saber qué quería en realidad, dije, voy a arriesgarlo todo y a veces ‘echaba dedo’, caminaba y así llegué a Ecuador, luego pasé a Perú y conocí Cuzco y Machu Picchu; lavaba platos para recolectar dinero y luego bajé hasta Bolivia.

“Fue mucho aprendizaje, y en ocho meses conocí también Brasil, Argentina y Uruguay, me faltó Chile. Ese viaje me enseñó a no temer, a no pensar en si a la gente le gusta o no lo que hacía, despejé dudas y me devolví para Ibagué para dedicarme a la pintura”, relató Hisayoshie.

Desde hace dos años vende sus creaciones en la Plazoleta de Los Artesanos, tuvo el año anterior la fundación Artistas por Vocación donde se dictaron talleres, hubo exposiciones abiertas, sin importar si los artistas eran profesionales o empíricos.

Su vida al arte

“Esto es complejo, no es fácil vivir del arte en Colombia, en Ibagué y sin tener respaldo, toca tener paciencia, igual no me puedo quejar porque la gente me apoya, si no fuera por ellos y les gusta lo que hago no estaría acá, me he mantenido, he mejorado y quiero llegar a un nivel muy bueno”.

En la esquina que mira hacia la calle 10 con carrera Quinta está su local, allí se ven cuadros colgados, madera tallada, cofres, llaveros y hasta libros, uno escrito por un hermano.

“Me gusta pintar al óleo, es la técnica que más trabajo, ahora también incluí la talla en madera e incursiono en esculturas y con ellas hago un homenaje al maestro Julio Fajardo y su obra El Boga, que está a un costado de la Plaza Murillo Toro

“También me gusta salir a pintar por Ibagué, lugares representativos y enaltecer la cultura y la historia, tengo ocobos, la bailarina, hago trabajos personalizados, ya que hay gente que quiere retratos familiares o de las mascotas”, añadió.

Le pregunté acerca de la pintura en la que trabajaba en ese momento y respondió que con esa es la tercera vez que plasmaba ese edificio, la primera vez la vio un amigo y se la compró, pero con la condición de que lo dibujara en el fresco y así lo hizo.

“Esta vez trabajo en un formato más grande, este es de un metro por 60 centímetros, me gusta también la obra de Jesús Niño Botia, podría decirse que es un homenaje a esta obra, pero también este es el lugar más importante de la ciudad, ya que conecta la Quinta con el corredor cultural.

“Si vemos, conecta el Conservatorio, el Parque de Bolívar, la biblioteca, la universidad, el Parque Centenario y el Panóptico, este punto es muy importante para la ciudad; ahora pienso en si esta vez lo termino como es o lo modifico para crear una idea nueva dentro de la obra”, agregó.

MÁS NOTICIAS:

Tumbaron cambuches en Villa Resistencia: secretario de Gobierno, aseguró que se irá recuperando

Balacera en Las Delicias: ‘Mundo Malo’ acabó con la vida Fredy y se agarró a bala con la Policía

Comerciantes preocupados por baja de ventas en la plaza la 21: habitantes de calle, desaseo y riñas han alejado a la clientela 

Noticias Recientes

Suscríbete

Recibe contenido diario con nuestra suscripción mensual.

Danos tu opinión