La abandonaron en casa ajena: adulta mayor sin dolientes

La abuela, de más de 80 años, se llamaría Bárbara Varón. Foto suministrada.

REDACCIÓN Q’HUBO/qhuboibague@gmail.com

Toda una odisea vivieron los propietarios de una casa situada en el barrio Las Delicias, de Ibagué, debido a que las personas que tomaron en arriendo un segundo piso, abandonaron en el inmueble a una adulta mayor. 

En diálogo con Q’HUBO, Edna Cruz, señaló que hace ocho meses una mujer les dijo que buscaba un apartamento para una abuelita y su sobrina. Creyeron que eran los inquilinos perfectos, pues eran solo dos personas. 

Con el paso del tiempo, la situación se convirtió en un problema. “En realidad, a la señora, de más de 80 años, la dejaron sola en la vivienda. La pariente, que vive en el barrio Gaitán, pagó cuatro meses de arriendo y después se desentendió de las obligaciones y de la abuela”, indicó la señora Edna. 

Según el relato, los vecinos y un pastor de una iglesia cristiana eran los que estaban pendientes de la adulta mayor, que por sus años ya no puede bañarse ni preparar los alimentos. 

“Para llegar al segundo piso hay que subir unas escaleras empinadas y era una angustia ver a la señora bajar y subir. Además, dejaba la estufa encendida y a veces bajaba a llorar a la calle”. 

Prácticamente a los arrendatarios, les tocó “adoptar”  por un tiempo a la señora. Ellos pagaban los servicios para que no se los cortaran y la llevaban al médico. Contaron que acudieron al ancianato del Divino Niño, pero allí les dijeron que como tenía familia, no la podían recibir. 

“La señora está en sus cinco sentidos. Una vez la llevamos al centro comercial Los Panches porque nos dijo que allí trabajaba una familiar, pero, la mujer que nos atendió allá, señaló que no quería saber nada de ella”, recordó la señora Edna Cruz, quien asegura que la situación la enfermó. 

Violentaron la puerta

Hace unos días, los arrendatarios llevaron a la anciana al Hospital San Francisco, donde determinaron, por sus condiciones, que estaba en estado de abandono. El miércoles, los arrendatarios llevaron a la señora a la casa de la sobrina, en el barrio Gaitán, y cambiaron las guardas de la vivienda. Sin embargo, la pariente de la adulta mayor habría vuelto a llevar a la abuela a Las Delicias. Habría violentado la puerta para entrar. Los vecinos avisaron a los dueños, quienes llegaron al lugar y en un taxi llevaron a la anciana otra vez para el Gaitán. Lo último que se supo de la abuelita era que estaba en el CAI del Gaitán.  Los arrendatarios resaltaron que acudieron a la Alcaldía y hasta a la Fiscalía, para poner en conocimiento el estado de la mujer, pero no les habrían prestado atención. 

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