Margarita María Londoño
qhuboibague@gmail.com
No hay decisiones insignificantes, todas son importantes porque se basan en algo que hace parte de tu vida, es decir, que todo lo que tenga que ver contigo vale la pena ponerle atención. Con esto me gustaría aclarar que aunque no es fácil decidir, habitualmente hay que hacerlo para diferentes fines.
El miedo a equivocarte es lo que te puede estar frenando para dar los primeros pasos hacia algo diferente. Permanecer en la zona de confort no solo te estanca, sino también te quita las posibilidades de conocer y tener experiencias nuevas. Hay quienes prefieren lo conocido por temor a que les vaya mal, algo que no pasa cuando se toman las decisiones correctas.
A mucha gente le da pavor los cambios y obviamente eso es lo que genera tomar decisiones, entonces prefieren que otros las tomen por ellos, perdiendo autonomía sobre su propio mundo. Entregar la responsabilidad de tu camino a otras personas, produce dependencia. Es elemental soltarse de los demás para empezar a tener autodeterminación en lo que se quiere y sobre todo pensando en lo que te hace bien.
Ser indeciso es un tema que se le atribuye a la falta de confianza en sí mismo, lo cual se refleja en el momento de tener que tomar una decisión por simple que sea. Este proceso requiere de desaprender patrones que se inculcaron tiempo atrás, para aprender a fortalecer el carácter desde una mirada más amplia hacia la consecución de nuevos objetivos; basados en la renovación de los pensamientos.
Tomar las riendas de tu vida te hace analizar con cabeza fría lo positivo y negativo de tomar una decisión, no está mal pedir consejo a alguien que sea coherente y asertivo con su toma de decisiones, esto con el fin de ser orientado; nadie nació aprendido y por ende es fundamental buscar ayuda cuando sea necesario.
Decir sí o no a algo significa comprometerse con la decisión, por lo tanto, no te puedes pasar la vida diciendo sí y no por recocha, sostenerse en una postura implica involucrarse directamente evitando huir de la situación. Hay que enfrentar el proceso más que preocuparte por el resultado, es fundamental que disfrutes del camino al fin y al cabo eres tú el responsable de todo lo que pasa en tu vida.
TIPS PARA TOMAR BUENAS DECISIONES:
1 Conócete a ti mismo.
2 Ten claro lo que quieres.
3 Confía en tu intuición.
4 Identifica los posibles
riesgos.
5 Cambia tu pensamiento.
6 Plantea todo de manera
diferente.
7 No aceptes la presión social.
8 Considera las alternativas.
9 Visualízate en las diferentes opciones.
10 Reconoce tus
habilidades.
11 Autocontrola tus impulsos.
12 Pon un tiempo determinado a tu toma de decisión.
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