¡Hacer el amor y no la guerra!

Norma Bejarano. Psicóloga-Sexóloga

«Si la amatoria es el arte de amarse podría pensarse que los sujetos de hoy, en lugar de educarse para el amor, se preparan para una guerra. ¿Qué guerra?». -Sexologemas.

Parece que seguimos en nombre del sexo proclamando búsquedas de eventos y horrores, o de fenómenos inesperados para combatirlo, dando pie a que la prevención de riesgos y peligros mantenga un permanente discurso sobre lo genital y la cópula (la noción de follar). Los portavoces no dudan de hablar de prevención de embarazos, de anticoncepción, de ETS, de violencias, y otras alertas con vehemencia. Cualquier manual en torno a la sexualidad insiste en ese punto: «¿cómo prevenir»!?, ofertando un cartapacio de «remedios» que a la fecha se hacen insostenibles en un mundo moderno que va por otras ideas y reglas; pues apunta a los sujetos, su sexualidad, su erótica, su amatoria… y no a solos a los fenómenos (copulatorios). Prevención y salud sexual son temas importantes pero deben estar integrados en una educación que permita ver el sexo como un valor y no como algo que hay que temer.

¿Hacerle la guerra al sexo?

Algunas campañas que insisten en mantener la «guerra» al sexo, lo hacen considerándolo cómo enemigo: un factor de riesgos y perversiones. Pero el sexo ofrece más ideas. Se requiere que a futuro la educación sexual vaya por las pistas del conocimiento, del entendimiento del sexo o de los sexos que son los sujetos. Más basada en la comprensión de un hecho, que en la prevención del mismo. La educación sexual tiene conceptos más actualizados del sexo como valor de riqueza y no como un factor de amenazas. La educación sexual no es la lucha contra los peligros, sino la puesta en común y la consolidación de formas de convivencia, de valores, actitudes de cultivo, de ética, y el replanteamiento de los ars amandi: los actos cultos, o las formas de amar y de generar afectos.

¡Hablar de sexo!

No hace falta un diploma Hardvariano para hablar de sexo, pero si ser educado para hablar de los sexos con, y desde el otro. No se entiende el concepto de sexo, cuando por décadas se ha sostenido únicamente desde lo Bio, o, lo que se hace con los genitales y todas las peripecias pórnicas del ambiente… La Sexología intenta acercarse teorizando que el sexo es un hecho en cada sujeto. Sexo es la cualidad de los sujetos sexuados. Ser sexuado es contar con un marco de conocimiento de mayor amplitud más allá de los genitales, las funciones, el sistema endocrino, y etc…

¡Haciendo el amor!

Escribió Jairo Gallo que «Hacer el amor es hacer anudamientos (…) para que se puedan investir de posibilidades de vida. Otros anudamientos, otras formas de amar otros enlaces; maneras de vivir(se)».

Cuando Eros lanza sus flechas lo hace con varias intenciones; el diosecillo es impredecible pero intenta ser ético. Por ende se presta como medio para que los sujetos se gusten, se atraigan y se amen, sin manipulación ni intención de dañarse, ni con puestas en escena enrevesadas, ni bajo preceptos instintivos y carnívoros. Eros procura el bien antes que el mal. Con el patrocinio de la educación sexual los sujetos dejaran de ser echados a simples y crudas escenas sexuales, dominantes y terroríficas. Más bien tendremos más posibilidades, nos humanizamos un poco con ella y tratamos de hacer el amor un poco mejor.

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