Una semana después del hecho, así tiene la niña el cuello. Fotos suministradas/ En esta cañada el hombre arrojó a la menor.
REDACCIÓN Q’HUBO
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En un centro médico de Ibagué, permanece la niña de 13 años que un hombre de nacionalidad extranjera agredió e intentó estrangular. El hecho ocurrió en el barrio Arkalá. La madre de la menor quiere justicia y que el hombre sea capturado antes de que salga del país.
Q’HUBO dialogó con la progenitora de la afectada, a quien le reservamos la identidad para proteger a la niña.
La señora recordó que ella y sus niños conocían al agresor, un ciudadano venezolano conocido como ‘El Crespo’, que es adicto a las drogas. Según el relato, a principios de año, el hombre llegó a vivir al primer piso de la vivienda. Lo habría traído de Venezuela el papá de los otros inquilinos. No obstante, hace unas semanas lo sacaron de allí, al parecer, porque se cansaron de sus vicios.
“Lo conocíamos de lejos. Solo cruzábamos el saludo. Un día me dijo que le presentara mujeres bonitas como yo. Yo no le presté mucha atención, solo le contesté: vaya entonces donde yo voy”, indicó la mujer.
Añadió que el día que el hombre casi mata a su hija, ella lo vio cuando salió de la vivienda, pero no imaginó que podía hacerle daño.
“Cuando yo salí, él estaba frente a la casa drogándose, sin embargo, como no era la primera vez ni la única persona que lo hacía, no se me pasó por la cabeza que podía hacerle algo a la niña. Yo le dije a mi hija que me acompañara, pero me contestó que no, que mejor me esperaba en la casa”.
Expresó que ella y sus hijos llevan año y medio viviendo en una zona oscura entre el barrio Arkalá y Antares, cerca a una quebrada, un lugar apetecido por personas que consumen alucinógenos.
“Vivimos en un segundo piso. Tomamos el apartamento en arriendo por comodidad económica. Sin embargo, ya estoy buscando otro lugar porque mi hija no regresará allí. Es una gran lección que Dios y la vida me dieron”, refirió.
Añadió que el viernes 7 de julio, cuando ella llegó a la casa, después de dejar unas llaves en el negocio en el que trabaja, encontró a la adolescente como “un nazareno”, con la cabeza golpeada, arañada, mojada, llena de tierra y el cuello morado, puesto que el venezolano le habría apretado el cuello con las manos. Al parecer, intentó estrangularla.
En opinión de ella, cuando el sujeto tiró a la menor a la quebrada, creía que estaba muerta porque la niña alcanzó a desmayarse.
“Mi niña sobrevivió a una cirugía de corazón abierto, sufre ataques epilépticos y ahora esto. Pienso que ella tiene un ángel. Solo irradia dulzura y ese hombre quería matarla. Nos han dicho que lo vieron en una barbería de la calle 60. Espero que lo capturen, que haya justicia y que no siga por ahí siendo un peligro para los niños”, puntualizó.
No hubo abuso
Es de recordar, que el hecho ocurrió el viernes 7 de Julio pasadas las 9 de la noche. Según el testimonio de la madre, ella salió de su vivienda y media hora después, cuando regresó, encontró a su hija en la cama y golpeada. La niña le contó que el vecino tocó la puerta, le pidió azúcar e ingresó. Seguido, la agarró del cuello. La niña, en medio de la angustia y al no poder respirar se desmayó y el sujeto la llevó para una quebrada y la tiró contra una piedra. Aunque gritó y pidió auxilio, nadie la escuchó. Estaba sola ya que su hermano de nueve años estaba pasando vacaciones en otra ciudad. Por fortuna, según los exámenes médicos, el hombre no la abusó. La menor completa una semana hospitalizada. Recibe también ayuda psicológica.
«Espero justicia. Por lo pronto, no quiero volver a trabajar. Quiero estar todo el día con mis niños”. Madre de la menor
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