Tragedia colegial en Mariquita

MARIQUITA. “Simplemente movía la cabeza en gesto de negación. Daba a entender que no quería escuchar ni saber de nada de lo que se le decía”, dijo aún conmocionado Carlos Ángel Orjuela, rector del Colegio Francisco Núñez Pedroso de Mariquita, al recordar los diez minutos más oscuros de su labor como directivo del plantel, que también fueron los últimos de vida de Brillith Lorena González, estudiante de sexto grado que con un disparo puso punto final a su existencia.

El hecho que estremeció a la región y al País en general, ocurrió ayer sobre las 9:00 de la mañana en la cancha múltiple de la institución: “Estaban todos en su actividad académica normal, pero la joven no acató al profesor y se salió. La coordinadora le solicitó que regresara al salón y al rato sucedió el evento”, sostuvo el rector.

La joven se ubicó en la cancha e hizo un primer disparo para llamar la atención de los demás estudiantes, docentes y directivos. Minutos después, ante la mirada atónita de los allí presentes, la joven, se propinó una herida de bala a la altura del abdomen con el arma que tenía: “Duré hablándole desde cierta distancia porque ella no permitía que se le acercaran, hasta que llegaron de la Policía y la Comisaría de Familia; fue cuando decidió actuar”, aseveró Orjuela.

La adolescente fue trasladada al Hospital San José de Mariquita donde falleció. Tras el hecho, varios estudiantes entraron en una crisis nerviosa por lo que fue necesario trasladarlos al centro asistencial:

“Fue algo crítico que desmotiva porque lo lleva a uno a pensar que el esfuerzo que se hace por luchar con una población que tiene miles de problemas familiares y sociales, es bastante delicado y uno no puede hacer mayor cosa, simplemente el diálogo, tratar de aumentar el autoestima, el aprecio a la vida; pero a ratos, se ven infructuosas esas labores que se intentan hacer”, puntualizó el rector.

 

“Lamentable”: Secregobierno

 

Disraelí Labrador, secretario de Gobierno del Tolima, manifestó sobre el hecho que se desconocían las causas por las que la menor cometió semejante acto.

“Uno no puede prever una situación de esas, ¿cómo una niña de 14 años de edad tenía un arma y la llevó al colegio? No creo que en ninguna parte de Colombia se esté requisando a los estudiantes en las instituciones educativas. Eso es algo que se nos sale de las manos, es imposible”, concluyó el funcionario.

 

“Falta de afecto”

 

Al preguntarle al directivo del plantel sobre los rasgos de conducta de la joven y su entorno familiar, refirió que, pese a llevar apenas un mes como rector del Colegio, la información recopilada sobre la joven la describe como una adolescente que no vivía con su familia y residía en la casa de una vecina:

“Tenía prácticamente que trabajar para poderse ayudar. Tenía falta de afecto. La institución la recibió este año para apoyarla, se había hecho un trabajo con ella para tratar de fortalecerla en lo afectivo con los profesores y los compañeros, pero no sabemos por qué le dio por tomar esa actitud”, dijo Orjuela.

Y agregó que Brillith Lorena González era callada y que en algunos momentos manejaba acciones de rebeldía e intolerancia, “pero le dialogaban y volvía a calmarse. La Institución le había puesto a ella unos roles que le gustaban, de liderazgo y participar en actividades deportivas. Pese a que no se le notaba el apoyo familiar era una joven, por decir, normal”, concluyó el rector.

 

En cifras:

 

14 años tenía la estudiante.

2 disparos hizo la menor.

16 estudiantes tuvieron crisis nerviosa y tuvieron que ser llevados al hospital local.

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