Margarita María Londoño qhuboibague@gmail.com
Una vinculación afectiva de manera permanente, pero de una forma excesiva con otra persona, produce comportamientos adictivos; dañinos para sí mismo y para cualquier relación. El despliegue conductual es tan desproporcionado y poco adecuado que lo único que busca es satisfacer la necesidad de afecto, así sea intermitente e incluso perjudicial.
La dependencia emocional es un estado psicológico alterado que se puede presentar con la familia, la pareja o amistades.
Afecta de manera directa y significativa a quien la padece, aunque la mayoría de personas no son tan conscientes de lo que sucede, ya que pueden encontrarse en disonancia cognitiva, justificando de cualquier forma su comportamiento con tal de no aceptar lo que viven.
Es muy evidente que la baja autoestima está presente para delatar las verdaderas razones que provienen de la carencia de afecto, vacíos y heridas predominantes desde la niñez, ¡depender de cualquier otro ser humano es entregar el poder de control de tus propias emociones!
Los pacientes dependientes a nivel emocional se les dificulta por completo autocontrolarse, sintiendo un enorme malestar en el momento en que se alejan de las personas en quien han centrado la dependencia, pensando que sin ellos su vida no será igual, por lo tanto, son incapaces de romper con los vínculos que les une y en muchas ocasiones prefieren ser infelices permaneciendo involucrados en círculos viciosos.
Siempre buscan perfiles específicos con carácter dominante, manipulador, posesivo, autoritario y celotípico, para construir relaciones tóxicas que predominen sobre ellos. Dentro de la vinculación experimentan ser utilizados, menospreciados y maltratados, pero les parece que es totalmente normal con tal de no quedarse solos. En pocas palabras y más claro: aguantan lo inaceptable por el terrible sentimiento de temor a la soledad.
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Recomendaciones para superarla:
1 Reconoce la problemática.
2 Has una lista de las cosas que te afectan en esa relación.
3 Reestructura el concepto que tienes sobre el amor.
4 No idealices y baja las expectativas sobre la persona con quien tienes la dependencia.
5 Refuerza la autoestima.
6 Aprende a decir no cuando sea necesario.
7 Practica actividades en soledad.
8 Dedica tiempo para ti mismo.
9 Desarrolla una vida social activa.
10 Busca ayuda profesional en psicología.
11 Transforma tus propias creencias.
12 No conviertas a nadie como algo indispensable en tu vida.
13 Atrévete a hacer cosas diferentes.
14 Aguanta las ganas de volver atrás y de repetir las mismas conductas.
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Dato
El patrón de dependencia es tendente a repetirse una y otra vez con diferentes personas, si no es tratado profesionalmente.
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