REDACCIÓN Q´HUBO
La Policía de Ataco descubrió un matadero clandestino que funcionaba en cercanías al casco urbano, pues el lugar destinado para el sacrificio de reses. No contaba con las condiciones sanitarias y quedaba a un kilómetro del municipio. Allí, los uniformados hallaron huesos, restos de vísceras, pieles, rastros de sangre, gallinazos y una camioneta donde cargaban carne, extremidades y herramientas para realizar el aprovechamiento de los animales. Además de la incautación de los elementos y la incineración de la carne encontrada, se conoció que contaminaban una quebrada.