La reflexión del día: seamos empáticos

Foto: tomada de Pexels

REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com 

No estamos en el mismo barco ni vivimos las mismas situaciones, siempre queremos ser comprendidos, pero en ocasiones se nos olvida por completo comprender a los demás. Tristemente se sigue el lineamiento simple de pensar de manera egoísta, omitiendo por completo el ponerse en los zapatos del otro. 

El comportamiento indolente que se asume tiene gran incidencia en las emociones ajenas y con él se desconoce que la amabilidad y la generosidad hacen sentir mejor a quien lo necesita.

Intercambiar los papeles por un momento facilita sostener una relación social con cordialidad. Para saber convivir con nuestros semejantes es importante tener un grado de empatía bien desarrollado. Compartir un almuerzo con un amigo no significa ser empático, este es un acto que corresponde a la simpatía, conducta acorde al relacionamiento. En cambio, actuar desde el valor de la empatía es demostrar con la experiencia el saber escuchar y compartir lo que el otro siente sin ignorar lo que está pasando en su vida.

No se trata de solucionarle los problemas a la persona que atraviesa alguna dificultad porque se le estaría robando la capacidad resolutiva, pero sí tiene que ver mucho con el apoyo moral que se le puede brindar en los momentos difíciles que enfrenta. Para ayudar a otro no se requiere tener dinero; hay otras formas. 

Si alguien no sabe ejecutar o manejar sus propias emociones se le va a dificultar siempre entender el mundo que le rodea.

La empatía hace parte del desarrollo de la inteligencia emocional, por lo tanto, se conoce como una habilidad social en la cual se puede trabajar día a día, descubriendo la capacidad para interpretar detalles del lenguaje verbal y no verbal de las personas. Con eso se fortalece el sentido de observación, análisis y acción, sin dejar que la sensibilidad humana se vuelva un tema de hipersensibilidad que podría llegar a ser contraproducente para nuestro bienestar.

Nacimos con el propósito de servicio, lo que nos abre la puerta a pensar con menos individualidad y egoísmo, ya que la mejor forma de enriquecerse así mismo parte del bien que se puede causar con el entorno. No hay cosa que genere más satisfacción que hacer el bien, evitando juzgar lo que a lo mejor también se puede llegar a vivir. 

Recuerda que estamos expuestos a pasar por cualquier tipo de circunstancia donde necesitamos la comprensión de otros, así que no es sano ser tan duros omitiendo los sentimientos de quien se encuentre mal.

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Preguntas empáticas:

¿Qué le sucederá a esa persona?

¿Qué siente esa persona?

¿Qué sentiría si fuese yo quien estuviera en esa situación?  

¿Qué puedo hacer para que la otra persona mejore su estado emocional?  

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Beneficios de ser empático: 

1-Ayuda a ser justos y objetivos.

2-Mejora la autoestima.

3-Demuestra el respeto a la diferencia que se tiene con los demás.

4-Facilita la interacción social.

5-Mejora las relaciones interpersonales.

6-Estimula el aprendizaje.

7-Ayuda a conectar y comunicar con el mundo exterior. 

8-Desarrolla la inteligencia emocional. 

9-Genera sentimientos de satisfacción.

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Desarrolla la empatía así:

1-Destruye el egoísmo.

2-Aprende a escuchar atentamente.

3-Ponte en los zapatos del otro.

4-Entiende tus propias emociones para poder comprender las de los demás.

5-No juzgues a nadie.

6-Sé amable y colaborador.

7-Despréndete de querer siempre tener la razón.

8-Ayuda de una forma equilibrada, donde no te veas afectado.

Margarita María Londoño.Psicóloga-Especialista

Instagram: @margarita_psicologa86

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