IBAGUÉ. La intolerancia por poco cobra una nueva víctima en la capital tolimense, luego de que un trabajador de la construcción fuese herido de gravedad por un colega suyo cuando compartían unas cervezas en una vivienda de la Ciudadela Simón Bolívar.
Ante el Juez Octavo Penal Municipal con Función de Control de Garantías compareció Jhon Jairo Galeano Marroquín, quien según reporte de la Fiscalía, fue sorprendido por unidades de la Policía que patrullaban a la altura de la manzana 19 casa 14 de la Ciudadela Simón Bolívar, cuando le propinaba varias puñaladas a Luis Fernando Ortiz Capera, residente en el sector de El Salado.
Según informaron los policías, Galeano Marroquín, residente en el barrio Enrique Hómez de Rovira, fue visto cuando hería de muerte a Ortiz Capera y tras la reacción de los uniformados, fue capturado en alto grado de excitación mientras la víctima yacía inconsciente en el sitio. Además que al presunto agresor se le halló bajo su poder una navaja marca Stainless Steel de cacha negra, con manchas de sangre de la víctima.
Galeano Marroquín no aceptó los cargos por homicidio bajo la modalidad de tentativa que le achacó el Fiscal 21 de la Unidad de Reacción Inmediata, URI. El Juez a cargo de la diligencia determinó enviar a la cárcel al auxiliar de construcción tras considerarlo un peligro para la víctima y la sociedad.
Casi lo mata
La Fiscalía reveló que según una testigo de lo sucedido minutos antes del brutal ataque, los compañeros de trabajo se tomaban unas cervezas y llegó el momento en el que se acabó el trago. Al pedir la cuota o ‘vaca’ para comprar más alcohol, Ortiz Capera habría manifestado que no daba más plata y se retiró. Acto seguido, Galeano Marroquín se fue tras él y lo acuchilló.
Mientras el presunto agresor era llevado a la Fiscalía, la víctima fue trasladada a la Clínica Saludcoop donde ingresó a reanimación y luego fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde al cierre de esta edición se encontraba bajo pronóstico reservado.
Entre las heridas más graves se encontraba una en el pulmón izquierdo, otra que comprometió el corazón y una en el antebrazo izquierdo que afectó en un 50 por ciento una arteria.
El capturado tenía también unas lesiones en los dedos que se habría propinado con la misma arma blanca con la que apuñaló a la víctima.