Habitantes del barrio La Gaviota, en especial los vecinos que tienen sus viviendas a un lado de la quebrada La Saposa, ven con impotencia cómo la fuente hídrica cada vez está más contaminada. Sobre el cauce de las aguas, originalmente cristalinas, están cayendo los contenidos de tuberías de aguas negras de la zona que necesitan intervención urgente. En días lluviosos es soportable, pero cuando hay sol, los olores y los mosquitos son una pesadilla. Hay tristeza por la contaminación progresiva de la quebrada, en cuya ribera, además, personas arrojan desechos sólidos.
