5 años de impunidad

Miguel Andrés Ramírez Mejía, era un hombre muy querido en Guamo. Dejó cuatro hijos. Foto suministrada.

El 9 de noviembre de 2017, sicarios en moto segaron la vida de Miguel Andrés Ramírez Mejía, un querido comerciante del Guamo. Cinco años después, las autoridades no han esclarecido el crimen y eso no deja vivir en paz a Beatriz Mejía, madre de la víctima.  

En diálogo con Q’HUBO, la señora señaló que recuerda la tragedia como si fuera ayer y a pesar de los años, el dolor sigue intacto. 

“El día del asesinato, él fue a mi casa (en Guamo). Eran como las 4 de la tarde y me dijo que iba a pagarle a los obreros que le estaban construyendo una casa y que antes de volver a Ibagué pasaba a despedirse. Lo volví a ver, pero muerto en la cama del hospital”, dijo.

Para la progenitora, Miguel era un ser muy especial y uno de sus hijos más cercanos: “Él me decía mami quiero comer esto. Mami, le voy a comprar aquello. Mami le voy a dar gusto. Mami, mire lo que le compré (…)”. 

Además, según contó la señora, desde pequeño, Miguel Andrés tenía una muy buena relación con el dinero. Desde niño fue muy emprendedor: vendía helados, agua, dulces y todo lo que se le ocurría.  

Cuando apenas entraba en la adolescencia, empezó a trabajar en una veterinaria empacando concentrado para animales y se superó tanto que llegó a ser administrador del negocio y luego montó un local propio. 

Como era “un duro” para los negocios, creó empresas en Guamo y en Ibagué. 

También contrataba con la Alcaldía del Guamo y otras entidades estatales en La Musical. 

“Él era un imán para la plata y los negocios. Cuando lo mataron, estaba a cargo de un programa de mejoramiento de vivienda en el Guamo. Había ganado un contrato público. También prestaba plata. Como se acercaba diciembre, tenía pensado viajar a la Costa Caribe, a comprar elementos de madera como alcobas, comedores y salas. Decía que si vendía eso en Ibagué, iba a tener muy buena ganancia”, agregó.

Sin embargo, la idea del nuevo negocio y el sueño de estrenar la casa de los sueños, quedaron solo en planes porque dos hombres a bordo de una motocicleta Yamaha RX 115 lo mataron en el establecimiento de razón social ‘El Cacique’, cerca al Parque Bolívar de Guamo. Tres disparos, en el pecho y en la cabeza, se lo llevaron de este mundo. 

“Con la esposa, tenían pensado en ese diciembre estrenar la casa que estaban construyendo en el Guamo. Ellos vivían en Ibagué, pero como la esposa había sido nombrada como directora de la Cárcel del Espinal, querían vivir en un sitio más cercano”, expresó la progenitora. 

¿No investigaron? 

En opinión de la señora Beatriz, las autoridades no le pusieron muchas ganas a la investigación para dar con los responsables de la muerte de su hijo. “Durante mucho tiempo fui a la Fiscalía del Guamo y la Fiscal se molestaba al verme. Lo último que me dijo fue: ¿Qué quiere que haga señora?, averigue usted y nos cuenta quién mató a su hijo. Vaya, pida la grabación de las cámaras de seguridad y nos las trae”. 

“Es muy duro para mí saber que nadie ha sido capturado por el crimen de mi hijo porque él era una buena persona. Dicen por ahí, que como era una persona tan próspera, al parecer, le tenían envidia. Él nunca me dijo que tenía amenazas. Quiero saber quién y por qué lo mataron. Que yo sepa, las autoridades no entrevistaron a las personas que estaban con él en el negocio. Al parecer, él se quería ir del lugar, pero una persona le dijo que esperara, como que no lo dejó ir ”, puntualizó la ciudadana. 

Cifra

36 años de edad tenía el empresario cuando sicarios le quitaron la vida.  

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