Margarita María Londoño qhuboibague@gmail.com
Hemos escuchado durante mucho tiempo por parte de varios autores que lo adecuado para el ser humano es tener una autoestima alta, refiriéndose a la autoestima baja como la ausencia de la misma, pero si lo vemos desde un punto de vista concreto, ni alta ni baja nos sirve, es decir, que los exagerados niveles de autoestima se confunden con el egocentrismo pretendiendo pasar por encima de los demás, la gente cree que tener poder, dinero o estatus lo es todo y quien es carente de amor propio termina siempre aguantando todo.
Bien equivocada está el mundo con la supuesta alta o baja autoestima, cuando en realidad esta debería de encontrarse en un punto medio que yo llamaría autoestima equilibrada, donde no se sobrepase a nadie ni tampoco se permita todo. El amor, valor y respeto por sí mismo es fundamental para confiar en nosotros mismos, activando constantemente las capacidades que dan lugar a tomar control de nuestra propia vida.
Nunca es viable dejar que otros manejen o influyan en nuestras decisiones, porque de tal forma estaríamos buscando aprobación y de paso perderíamos identidad. El reconocimiento de valores, principios, habilidades, destrezas y capacidades jamás debe de ser enfocado en función de encajar en un mundo ajeno, ya que es justamente ahí donde se pierde el verdadero sentido del amor propio.
Todo cobra valor cuando cada individuo se sienta pleno con lo que es y con lo que hace, sin desconocer que se cometen errores para crecer, por otro lado, el miedo al fracaso, darle importancia al qué dirán, el pavor de ser rechazados, la poca tolerancia a la frustración y permanecer en el autocastigo son factores que opacan la mente, el alma y el espíritu. Definitivamente, encontrarse bien consigo mismo es la única forma de poder evolucionar en las diferentes áreas de la vida.
La mayoría de casos en psicología radican de la baja autoestima, lo que conlleva a los pacientes a estar enfadados con su mundo interior y exterior, no quererse, valorarse ni respetarse se manifiesta con diferentes malestares, especialmente perderle sentido a la vida.
La baja autoestima produce:
1- Agresividad.
2- Culpabilidad.
3- Dependencia.
4- Infravaloración.
5- Autocrítica negativa.
6- Desmotivación.
7- Desconfianza.
8- Impotencia e impaciencia.
9- Permisibilidad.
10- Autoagresión.
11- Ideación e intento suicida.
12- Trastornos mentales.
Esto puedes hacer para equilibrar tu autoestima:
1- Practica un hobby.
2- Háblate bonito a ti mismo.
3- Trátate con respeto y cariño.
4- Dedícale tiempo al autocuidado.
5- Practica los valores humanos.
6- Realiza cosas que te hagan sentir orgulloso de la persona que eres.
7- Sé generoso y ayuda a los demás.
8- No te compares con nadie.
9- Supera el pasado que te causó daños.
10- Plantéate metas a corto, mediano y largo plazo.
11- Ten afirmaciones positivas.
12- Practica una actividad física todos los días.
13- Enfrenta tus miedos.
14- Agradece por todo.
15- Ponte en primer lugar como prioridad en tu vida.
Psicóloga-especialista
