Más de una semana ha pasado desde que un daño en la red de alcantarillado destruyó parte de la calzada y dio origen a una fuente constante de aguas residuales en la manzana 18 del barrio Galarza. El daño ha perjudicado sobre todo a los habitantes de las casas 10 y 11. Una de ellas ha sufrido la filtración de las aguas negras que en días de lluvias se colmatan y se devuelven hacia el interior de la vivienda.
Funcionarios del Ibal fueron al lugar para examinar el daño con el vactor, pero no es claro cuándo se realizarán los arreglos. “Antes de la ruptura nos inundábamos, pero ahora el olor es insoportable en días de sol y los zancudos proliferan constantemente. Aquí viven niños y adultos mayores, el riesgo de enfermedades es alto”, dijo una de las perjudicadas.
El daño al parecer llevaba varios años, pero tras las rupturas del pavimento se evidenció más. La fuente de aguas negras corre a lo largo de toda la calle.