REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com
Ayer dio inicio la tercera edición del Ibagué Festival, que en esta oportunidad tiene como protagonistas los ritmos autóctonos de Nariño, tanto de su altiplano, como de la costa Pacífica; y del archipiélago de San Andrés y Providencia. Además de la música, otras manifestaciones artísticas se tomaron el Panóptico.
De Tumaco a África
Muy temprano inició la prueba de sonido de las agrupaciones que en la noche se tomaron la tarima ubicada en el Panóptico para el inicio del Ibagué Festival. Una de ellas fue Bejuco, banda oriunda de Tumaco que combina el currulao con el jazz, el rock y el afrobeat.
Julio Sánchez, bajista de la agrupación, contó que es la primera vez que visitan Ibagué. “La gente nos ha recibido de manera magnífica. Venimos con mucho sabor y energía. Nuestra música está cargada de percusión y de los sonidos tradicionales del Pacífico nariñense, que nosotros hemos denominado afro pacifican beat”, explicó.
La marimba, conocida como el ‘piano de la selva’, es otro instrumento protagonista en el sonido de Bejuco. Su álbum ‘Batea’ fue grabado en medio de la pandemia. “Quisimos mezclar el beat nigeriano con el bambuco del Pacífico y transmitir a la gente un poco de nuestra cotidianidad”, explicó Lizeth Micolta, vocalista femenina del grupo.
Todo ese cóctel de influencias y sonidos es lo que trae este colectivo musical que se suma a la ola de artistas que están imponiendo el sonido del Pacífico y con el que llegaron a prender la rumba en Ibagué.
Bellas creaciones
La artesanía también se tomó el Panóptico en el marco del Ibagué Festival con el mercado denominado ‘Orígenes’. Variedad de stands con creaciones en diferentes materiales y estilos están a la orden de los visitantes.
Uno de los expositores es el artesano José Cristóbal Gómez, quien cuenta con una trayectoria de 54 años en el arte de tallar madera. Joyería y artículos decorativos hacen parte de su catálogo. “Fabrico anillos, cofres, ajedreces y joyas. Tengo un local en la Plazoleta de los Artesanos. Manejo diferentes técnicas. He trabajado hueso, cacho, coco y metales”, detalló el artista.
Su versatilidad en estilos de fabricación le ha llevado incluso a crear relojes con pulso de madera. Máscaras y hasta un mapa de Ibagué están presentes en el inventario. El maestro invitó a los ibaguereños a apoyar la artesanía local para darle continuidad.
TOME NOTA
Violines con forma cilíndrica, hechos en el Líbano por el luthier Raúl González; tapetes, sombreros, bolsos y recipientes en mimbre, cerámica de La Chamba, marroquinería y porcelana hacen parte del mercado artesanal.
