Deja de ser perfeccionista

 Foto: suministrada / Q’hubo

REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com 

Según el psiquiatra estadounidense David D. Burns, un individuo perfeccionista es aquel que pretende lograr objetivos inalcanzables para él, o poco razonables, que se dirige de forma compulsiva hacia metas que no pueden alcanzarse, y que se siente inseguro respecto a su valía personal, lo cual determina según su capacidad para cumplir objetivos.

No sentirse satisfecho con lo que se hace, estar pendiente de los detalles más mínimos y exagerar el cuidando en cada actividad que se realiza, son conductas relacionadas con el perfeccionismo como un rasgo de la personalidad. Los estándares tan altos de autoexigencia fomentan ansiedad en la persona, afectando directamente el desempeño de las tareas cotidianas, lo cual son demostradas bajo actitudes desadaptadas que producen disfuncionalidad mental e incluso se puede convertir en un tema obsesivo.

Esa elevada preocupación por evitar cometer errores, termina siempre en repetirlos con más frecuencia. Cuando esto pasa, entonces, aparece el desagradable sentimiento de frustración que a nadie le gusta vivir, porque en realidad el sufrimiento de pérdida se forma a raíz de aquella falsa creencia, donde es necesario hacer las cosas supremamente bien. 

Algunas cosas son distintas a lo que se piensa, nada es tan lineal como para llevarnos la corriente en todo, lo más constructivo de la vida proviene de la imperfección. 

Entender que nos equivocamos, no todo sale como queremos y de paso existen sorpresas positivas o negativas en el camino, es lo que nos abre los ojos para aceptar que de las equivocaciones aprendemos.

Cada vez que se pretenda ser perfectos incrementa el grado de expectativa, para luego posiblemente encontrarse en desilusión, la búsqueda inalcanzable para obtener lo mejor o ser el mejor, genera un afán de superación de manera desmedida, pero no es justo darse tanto látigo si las cosas previstas no salen como se esperaba, de hecho, mitigar el estrés y la ansiedad de que todo salga perfecto, es el punto clave para dejar fluir lo que se desea forzar.

Como seres humanos, cometer errores nos construye paso a paso, pretender controlarlo todo solo nos lleva a callejones oscuros donde la razón del ser se pierde en su totalidad, dándole lugar a la irracionalidad sin sentido.

Beneficios de dejar de ser perfeccionista:

1- Incrementa el amor propio.

2- Mejora tu salud mental y física.

3- Aumenta la autoconfianza.

4- Mejora la forma de relacionarte con las demás personas.

5- Brinda aprovechamiento del tiempo.

6- Disfrutarás de todo lo que la vida te da.

7- Reducirá la ansiedad y el estrés.

8- No estarás en conflicto permanente.

9- Podrás crecer como persona.

10- Verás más alternativas y posibilidades.

Claves para abandonar el perfeccionismo:

Reconoce que eres un ser humano que se equivoca igual que otros.

Baja el grado de autoexigencia.

Reduce un poco las expectativas sobre todo lo que te rodea.

Destruye tu voz interna negativa.

Evita la autocrítica. 

No te des látigo por lo que no sale bien.

Pide colaboración a otras personas.

Acepta cualquier fracaso como un verdadero aprendizaje. 

Noticias Recientes

Suscríbete

Recibe contenido diario con nuestra suscripción mensual.

Danos tu opinión