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El pequeño Jacobo Alzate Rojas fue la víctima mortal del accidente de tránsito ocurrido ayer en la mañana en el sector conocido como el ‘Alto de La Yuca’, en el kilómetro 52 más 380 de la vía Venadillo – Lérida.
El accidente
El menor iba junto con sus progenitores Helen Lizeth Rojas López y Cristian David Alzate Agudelo, quien conducía la camioneta gris de placa UGQ 401, en la cual viajaban desde Cali con rumbo a Barichara (Santander).
Dentro del automotor iban, además, William Fernando Franco Ñáñez y Leidy Díaz, quienes al igual que los progenitores del menor de edad resultaron heridos.
Reporte
La comandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Venadillo, Luz Yamile Hernández Obando, habló con Q’HUBO e indicó que “siendo las 6 de la mañana nos llama la secretaría de Gestión del Riesgo de Ibagué a informarnos de un accidente que había ocurrido en la vía de nosotros y realizamos el desplazamiento”.
Añadió Hernández Obando, que una vez llegaron al lugar encontraron la camioneta tipo van, volcada. “Logramos hablar con el conductor. Él salió ileso, nos dice que iban cinco personas en el vehículo. De esas cinco personas, dos femeninas, dos masculinos y un niño de tres años de edad.
Añadió la Comandante, que al llegar al sitio ya habían transportado al niño que presentaba mayor gravedad hasta el Hospital Santa Bárbara, donde minutos más tarde falleció. Cuatro de los heridos fueron trasladados al mismo centro hospitalario. Durante la emergencia los socorristas utilizaron el equipo de extricación para sacar a los heridos del vehículo. Por último, la rescatista agregó que el siniestro vial sucedió, al parecer, por “un microsueño. Se quedó dormido (el conductor), perdió el control, se volcó y chocó contra una de las alcantarillas que hay en la vía”, dijo.
Las lesiones
Tanto el conductor del automotor como la otra mujer que viajaba dentro del vehículo, resultaron sin lesiones, mientras Helen Lizeth Rojas López y William Fernando Franco Ñáñez CC 1.130.590.720 sufrieron trauma craneoencefálico moderado.
Los padres del menor fueron atendidos en el Hospital Santa Bárbara, bajo efectos de sedantes mientras les decían la fatal noticia.
