Sus condenas suman 158 años

Jorge Ignacio Palma Jácome. Foto: EFE.

REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com 

El ibaguereño Jorge Ignacio Palma Jácome fue condenado en España a penas que suman 158 años y 11 meses de prisión, de los que cumplirá un máximo de 40 años, por el asesinato de tres mujeres en el país ibérico.

La sentencia

Palma Jácome fue condenado por un tribunal de Valencia por el asesinato por intoxicación aguda por cocaína de la brasilera Arliene Ramos, el 25 de marzo de 2019; la colombiana Lady Marcela Vargas, el 15 de junio de 2019, y la valenciana Marta Calvo, el 7 de noviembre de 2019. En este último caso lo consideró, además, culpable de ocultar el modo y el lugar en el que se deshizo de sus restos mortales, causando con ello una aflicción, congoja y angustia sobreañadida a los familiares de la víctima.

Además, la corte lo consideró responsable de otros seis homicidios en grado de tentativa y otros delitos. El tribunal recordó en su sentencia, que de las penas de prisión impuestas el cumplimiento máximo efectivo será de 40 años, tras aplicar el veredicto emitido el pasado julio por un jurado popular y fijar indemnizaciones por un total de 640 mil euros a favor de las víctimas o sus familiares.

Las penas impuestas al colombiano, de 40 años de edad, incluyen una condena por un delito contra la salud pública, ya que ofrecía cocaína en sus citas con las víctimas, y por otros contra la libertad sexual, con la agravante de discriminación por razón de género.

Según el fallo, fue absuelto de un delito contra la integridad moral del cual fue acusado, pero tendrá que pagar a los familiares de las tres mujeres asesinadas y a otras siete que sobrevivieron a encuentros sexuales con él, entre 75 mil a 50 mil euros.

La Fiscalía había pedido penas que suman 120 años de prisión y las acusaciones particulares reclamaron prisión permanente revisable, pena máxima en España. 

¿Quién es el condenado?
Jorge Ignacio Palma Jácome nació en Ibagué el 8 de noviembre de 1981. Prestó servicio militar, se dedicaba a participar en carreras atléticas y hace varios años se radicó en España. 
Se conoció en el juicio, que Palma Jácome estuvo detenido durante ocho años en una cárcel en Italia, luego de ser aprehendido con nueve kilos de cocaína. Por tal razón, las autoridades lo consideran un traficante de drogas en cantidades medianas.
El tolimense habló durante el juicio en su contra y ante la pregunta de si había matado a las otras dos mujeres, respondió: “Absolutamente no”.
Asimismo, aseguró que no las conocía por esos nombres, no las reconocía, no sabía quiénes eran, y agregó: “¿Por qué motivo yo voy a hacerle eso a una mujer, o a un ser humano?”. Y agregó qué cómo iba matar, si iba en contra de sus principios y así lo pinten “como un monstruo”, no lo es.
El 4 de diciembre de 2019 Palma Jácome se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent, Valencia (España), donde contó lo sucedido. “Hice algo terrible y lo admito” y lo hizo luego de descartar suicidarse. El ibaguereño permanece detenido en la cárcel de Picassent, en Valencia, España. 
El proceso
El fallo del jurado determinó que al hacer desaparecer el cuerpo de la joven Marta Calvo, que todavía no se ha encontrado, pretendió ocultar las causas de la muerte, que quedaron indeterminadas y causó un dolor mayor a la familia.
El jurado se opuso a posibles beneficios de reducción de la pena que le imponga la Justicia o de solicitar el indulto del Gobierno español, tras cinco días de deliberaciones después de un juicio que duró un mes.
Palma Jácome, quien permanece en prisión provisional desde finales de 2019, cuando confesó haber descuartizado el cuerpo de Marta Calvo, fue acusado de haber acabado con la vida de las mujeres en el transcurso de unas prácticas sexuales con cocaína y probablemente otras sustancias. En el caso de Marta Calvo fue hallado culpable de ocultar el modo y lugar en que se deshizo de sus restos mortales, causando con ello una aflicción, congoja y angustia sobreañadida a los familiares de la víctima.
Palma Jácome fue hallado culpable de intentar asesinar a seis mujeres que sobrevivieron a sus encuentros sexuales, quienes también ejercían la prostitución, porque conocía las consecuencias de introducirles cocaína en el cuerpo, seguía su manera de proceder, pero no logró su muerte por “causas ajenas a su voluntad”. 
Asimismo, se probó que 10 mujeres sufrieron abusos sexuales al introducirles cocaína en sus genitales sin el consentimiento de ellas y en todos los casos se le acusó de suministrar esta sustancia en las denominadas ‘fiestas blancas’.
Según el medio español Confilegal: “Se confirma la tesis de que el condenado introducía una bolita de cocaína por la vagina a sus víctimas sin que lo supieran y que el fin de los encuentros no era mantener relaciones con las víctimas, sino observar el padecimiento de las mismas, que se retorcían de dolor ante la ingesta masiva de cocaína por los orificios corporales y por la piel”, señala a Confilegal el criminólogo Juan de Dios Vargas Ramos, quien ya en el informe analizó todas las premisas contenidas en la sentencia.
Los encuentros y las muertes
Arliene Ramos, Lady Marcela y Marta Calvo, las víctimas del ibaguereño.

Marta Calvo tenía 25 años. Conoció a Palma mediante una página de contactos en Internet. Habían tenido un encuentro previo cuando la mujer acudió a su casa en el municipio de Manuel, Valencia, en la madrugada del 7 de noviembre de 2019. Desde allí, la joven le envió la ubicación por WhatsApp a su madre. Según Palma, sostuvieron relaciones sexuales y consumieron unos seis gramos de cocaína antes de quedarse dormidos. Cuando se despertó, se dio cuenta de que ella estaba muerta y, entonces, se le vino “el mundo encima”. Sin embargo, no llamó a emergencias.

Además, como su mamá lo iba a visitar, decidió descuartizar el cuerpo y sacarlo sin que sus vecinos lo notaran. 

Arliene Ramos, era una brasileña de 32 años que compartía una casa con otras trabajadoras sexuales. El 25 de marzo de 2019, Palma Jácome acudió al lugar en busca de mujeres para una fiesta blanca (mezcla de sexo y droga). 

El colombiano se marchó de manera rápida, así que una amiga de la mujer entró y la encontró en la cama con el clítoris muy inflamado y  convulsionaba. Sobre la mesa había una copa y cocaína. Según el dictamen médico, la joven sufrió una crisis de epilepsia. 

Lady Marcela Vargas era una colombiana de 26 años de edad que sostenía a su madre y a sus dos hijos. Trabajaba en un burdel de Valencia. Acordó vía telefónica una cita con Palma Jácome, quien fue al prostíbulo. Los dos entraron a un cuarto y en la madrugada él salió de prisa. La causa de la muerte fue determinada como una roca de cocaína en sus genitales, donde la absorción y los efectos se multiplican.

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