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Julián Estiven Páramo Pérez fue impactado con arma de fuego por sujetos que le dispararon en varias oportunidades. Asimismo, las balas alcanzaron a Laura María Sánchez Guerra. Los afectados estaban en la Plaza de Mercado de Armero – Guayabal. El joven falleció horas después del ataque sicarial.
El atentado
Julián Estiven Páramo Pérez, de 20 años, estaba sentado en una silla en el centro de acopio del municipio, muy cerca de la mesa donde Laura María Sánchez Guerra compartía con otros dos hombres.
Hacia las 10:40 de la mañana del domingo, al sitio llegaron dos sujetos. Al parecer, uno de ellos llamó a Julián Estiven por su nombre.El joven atendió al llamado y recibió varios disparos.
El hoy occiso intentó salvar su vida al ingresar a una caseta, donde le siguieron disparando en el suelo.
En medio del tiroteo quedó Laura María, quien recibió un impacto con arma de fuego en la pierna derecha con orificio de entrada y salida.
Se conoció que los dos jóvenes habían coincidido la noche anterior en una rumba, departieron en la casa de una familiar de la joven.
Luego cada uno se fue a dormir. Horas más tarde, pasadas las 10 de la mañana, Laura María llegó primero a la Plaza de Mercado junto con dos primos y se sentaron. Al lugar arribó Julián Estiven, quien también pidió una cerveza, pero no se sentó en la mesa, sino a pocos metros, donde fue ultimado por los sicarios.
Después del atentado, la Policía del municipio fue avisada y varios uniformados llegaron al lugar de los hechos. Desplegaron un ‘plan candado’ para dar con el paradero de los gatilleros, no obstante, esto no sucedió.
Por ahora las autoridades adelantan todas las acciones para recaudar elementos materiales probatorios como videos de cámaras de seguridad en la plaza de mercado o de sectores aledaños, características de la motocicleta como la placa y la apariencia de los asesinos.
Murió en el hospital
Testigos del crimen llevaron a los dos jóvenes hasta el Hospital Nelson Restrepo Martínez del municipio, allí fue atendida la mujer, cuya herida no revestía gravedad, mientras el hombre fue remitido en código azul hasta el Hospital San Juan de Dios de Honda, donde falleció. Julián Andrés murió producto de los tres impactos recibidos con arma de fuego, dos en el tórax y otro en el hombro derecho. La inspección técnica al cadáver del hombre fue adelantada por los servidores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de Lérida. Hasta el momento ninguna autoridad, ni de Policía, ni administrativa, se ha pronunciado sobre este hecho de sangre y no hay una hipótesis sobre este asesinato. Por último, se conoció que Julián Andrés residía en otro municipio del norte tolimense y llegaba los fines de semana a Armero – Guayabal, donde encontró la muerte.
Homicidios sin resolver
En Armero – Guayabal, en lo corrido de agosto, han ocurrido otros homicidios bajo la modalidad de sicariato. El 2 de agosto en horas de la tarde, fue asesinado por sicarios el comerciante Camilo Torres Sánchez, cuando estaba sentado en una silla mecedora en el local Restaurante y Asadero de Pollo el Merendero, de su propiedad, ubicado en la carrera Quinta número 5 – 71 del barrio Centro. Hasta el lugar llegaron dos sujetos a bordo de una motocicleta NKD negra y sin mediar palabra le dispararon en tres oportunidades.
