En 2022 se conmemora 62 años de la masacre de ‘La Palmita’, un hecho en el que fallecieron 25 campesinos tolimenses a manos de la cuadrilla de Teófilo Rojas Varón, alias ‘Chispas’, un legendario y peligroso bandolero liberal oriundo de Rovira, quien fue protagonista de la violencia bipartidista en Colombia desde 1949 y hasta el día de su muerte a manos del Ejército Nacional en zona rural de Calarcá (Quindío), en enero de 1963.
Este bandolero tolimense nació en 1936 en la finca La Esperanza de Rovira y cuando tenía 13 años tuvo que presenciar el asesinato y desplazamiento que los conservadores cometieron contra algunos de sus seres queridos, todo por pertenecer al partido Liberal. Esto obligó a ‘Chispas’ a refugiarse en otro lugar y a ingresar a la cuadrilla de Leonidas Borja, conocido como ‘El Lobo’, quienes luego de combatir durante alrededor de cuatro años, se acogieron a la amnistía ofrecida por Rojas Pinilla.
Pero la ofensiva de ‘Los Pájaros’, conocidos por asesinar campesinos liberales a finales de la década del 50, continuó después de que ‘Chispas’ retornó a trabajar a una finca en Rovira, entonces regresó a la cuadrilla de ‘El Lobo’, hasta 1957, cuando una nueva amnistía lo llevó a entregar las armas y a regresar a la vereda Guadualito a seguir trabajando como agricultor. Pero la historia se repitió y los asesinatos de bandoleros amnistiados continuaron, entre ellos el de alias ‘El Lobo’.
Asaltos de ‘Chispas‘
Para 1958, los esfuerzos del gobierno, la clase política, las Fuerzas Armadas y los hacendados del país se concentraron en perseguirlo, pues la prensa de la época le achacaba centenares de asesinatos de campesinos en parajes rurales del Tolima, hechos que ‘Chispas’ siempre negó. El asedio lo obligó a huir nuevamente de Rovira hacia el sur del Tolima y en Planadas se encontró con el guerrillero liberal Jesús María Oviedo, conocido como el General ‘Mariachi’.
A las 5:30 a.m. del 23 de junio de 1958, dos buses de línea pertenecientes a la empresa de transportes Velotax fueron asaltados por una cuadrilla de bandoleros al mando de alias ‘Chispas’. Ambos vehículos habían salido desde Rovira con destino a Ibagué. Según la prensa de la época, las víctimas fueron personas de ambos partidos políticos (liberal y conservador) por lo que se presume que el móvil del hecho obedeció a un posible robo.
El 9 de julio de 1959, el Juez 130 de Instrucción Criminal, Manuel J. Solanilla, dictó orden de captura en contra de Teófilo Rojas Varón y otras 17 personas por asociación para delinquir y apología del delito. De igual forma, el Juez 70 de Instrucción criminal dictó auto de detención contra los mismos individuos por el asalto de un bus de línea que venía de San Antonio hacia Ibagué, hecho ocurrido en el sitio conocido como Los Guayabos.
El 15 de julio de 1959, Teófilo Rojas Varón, alias ‘Chispas’, envió una carta al diario Tribuna en la cual hablaba sobre la persecución oficial que se desató contra él después de la amnistía y a su vez negaba cualquier participación en los últimos asaltos ocurridos en el Tolima. ‘Chispas’ dio estas declaraciones al llegar al Congreso de guerrillas que se llevó a cabo en el corregimiento El Limón de Chaparral, entre el 19 y el 20 de julio de 1959.
Ese año, ‘Chispas’ regresó nuevamente a su finca en Rovira después de la propuesta del gobierno del Frente Nacional de dejar las armas, pero algunas autoridades lo acusaron de varios crímenes, entre esos el robo de ganado. Pero el bandolero se defendió, desmintió las acusaciones aduciendo que los dirigentes conservadores de la región no estaban contentos con su retorno y advirtió que si la guerra contra él continuaba, tomaría de nuevo las armas para defenderse.
La advertencia se cumplió y ‘Chispas’ conformó una nueva cuadrilla de más de 60 bandoleros que se dedicaron a asaltar buses que cubrían la ruta entre Ibagué – Rovira – Playarrica, así como crímenes en San Juan de la China, Cocora, Laureles, Anaime, el Alto de La Línea y algunos municipios del sur del Tolima y del Quindío como Calarcá, Pijao, Génova y Córdoba.
Masacre de ‘La Palmita’ (Rovira)
Hace 61 años, el 9 de mayo de 1959, ocurrió la masacre de la vereda La Palmita, en Rovira. El asalto dejó un saldo de 25 campesinos muertos. Algunas de las víctimas del ataque lograron sobrevivir y al comparecer ante las autoridades afirmaron haber reconocido a varios de los bandoleros que aquella mañana de sábado llevaron a cabo la matanza, entre esos a José Aníbal Galindo, Marcos Enrique Rubio, Ángel María Ospina, Abraham Guzmán alias ´Yayo´, Jorge y Libardo Botero.
De acuerdo con un informe del inspector de Policía, los chusmeros llegaron a La Palmita repartidos en dos pelotones y en uno de ellos iba el capitán ‘Chispas’. Siete días después de la masacre, el 16 de mayo de 1959, en la calle 33 con carrera 4B del barrio La Francia de Ibagué, fue capturado Norberto Ramírez Galeano, sindicado de haber participado en la masacre de La Palmita el 9 de mayo. En la diligencia de captura y allanamiento fueron decomisadas seis fotografías que se encontraban en un baúl de propiedad de Alberto Botero Medina, entre estas había una en la que se observaba al capitán ‘Chispas’ en compañía de la guerrillera Pola Rojas, alias ‘La Ardita’.
Botero Medina descubrió que lo andaban buscando y emprendió la fuga, ocultándose en una vivienda de la calle 28 entre carreras Tercera y Cuarta. Al requisarlo se le encontró un certificado de la Procuraduría General de la Nación en el cual el Fiscal segundo especial de Ibagué le concede la amnistía el 12 de marzo de 1959 y al preguntarle, manifestó haber pertenecido a las guerrillas durante cuatro meses al mando de alias ‘El Lobo’.
Asesinato del director del Conservatorio
En 1959, los integrantes de la cuadrilla de ‘Chispas’ cometieron un error que se convirtió en uno de los crímenes más terribles atribuidos a ese grupo de bandoleros y que aún es recordado en las memorias del conflicto. El 28 de junio de 1959, varios hombres armados al mando de alias ‘Franqueza’ y ‘Triunfo’ , se ubicaron en la vía a La Línea para esperar al jefe del partido Conservador Jorge Leyva, pero este nunca pasó por allí, pero sí lo hizo un bus que transportaba a 48 estudiantes y al profesor Ramón Cardona García, director del Conservatorio de Música de la Universidad de Caldas.
Los bandoleros hicieron bajar a los ocupantes del bus y le preguntaron al profesor Cardona sobre su procedencia e identidad, y este respondió que era el director del Conservatorio, pero los hombres armados se confundieron y entendieron que era el director del directorio Conservador, por lo que procedieron a asesinarlo, esto a pesar de que le aclararon que venían de participar en la celebración del primer Festival Folclórico Colombiano que se había llevado a cabo en Ibagué.
Encuentro con una periodista finlandesa
Una periodista finlandesa fue capturada en 1962 en Perú luego de permanecer varias semanas en Colombia, estadía que aprovechó para visitar en las montañas del Tolima al peligroso bandolero de esos tiempos conocido como Teófilo Rojas Varón alias ‘Chispas’. Se trató de Helinä Rautavaara, quien viajó por varios países del continente y a su paso por esta región, aprovechó para visitar a ‘Chispas’, tomarse fotos y escribir un artículo sobre él para una revista finlandesa.
«En el año de 1962 es detenida por las autoridades peruanas la finlandesa Helinä ,Rautavaara por encontrarse en combinación con guerrilleros comunistas del sur de ese país. La señora Rautavaara que se hacía pasar por periodista había estado en Colombia en tres ocasiones, siempre en contacto con grupos de bandoleros.
A finales de 1962 el ejército logró incautarse algunos papeles del bandolero Teófilo Rojas, alias ‘Chispas’ y entre estos la fotografía de ‘Chispas’ y la Rautavaara dándose un cariñoso abrazo», se lee en una parte del libro ‘Un aspecto de la violencia’ , escrito por Alonso Moncada Abello en 1963.