RONAL RENGIFO ÁLVAREZ qhuboibague@gmail.com
Muy tristes e inconformes se encuentran por estos días las tolimenses María Ana Conde Colmenares y Estefanía Farías Garay, debido a que muy posiblemente no asistirán al Selectivo Nacional de Patinaje 2022-2023, en Guarne y Rionegro, Antioquia.
La convocatoria de la Federación Colombiana de esta disciplina dejó con sentimientos encontrados a las atletas. El primero fue de felicidad, ya que sus nombres aparecen allí. Pero luego la dicha se convirtió en desconsuelo, por la demora del listado en hacerse oficial.
“El comunicado lo conocimos a inicios de semana, faltando apenas 20 días para las pruebas, y eso nos perjudicó, ya que por ejemplo en Indeportes Tolima nos dijeron que necesitan por lo menos 45 días de anticipación para la gestión de recursos”, manifestó Conde.
Y agregó que “la otra situación negativa es que antes, la Federación ofrecía hospedaje, alimentación y transporte interno. Pero todo cambió el año pasado. Dijeron que, por la pandemia, no podían encargarse de esos gastos.
Pensamos que sería algo temporal. Pero no fue así. Ahora entregan a cada deportista una cifra de 100 mil pesos. Lo irónico es que nos cobran una inscripción de 80 mil pesos. Nos quedan 20 mil para pagar todo lo demás”.
Además de los atletas, los padres de familia también sufren por esta situación. Tal es el caso de Sandra Garay, madre de Estefanía, quien sostuvo que “así es muy complicado. Las chicas hicieron un esfuerzo enorme, pero con esto no dan ganas de nada. Es muy complejo siempre estar haciendo actividades para recolectar dinero”.
Sin ningún temor, María Ana aseguró que “un Selectivo Nacional ya no es un premio. Lo sería si solamente tuviéramos que viajar pensando en competir para ganarnos un cupo en el equipo colombiano. Pero no. Primero hay que pensar en cómo reunir dinero, y luego en las pruebas y el plan de trabajo para superar a las rivales.
Y eso es otra cosa. Por ejemplo, en mi caso, que soy fondista élite, somos 18 patinadoras y solo tres se quedarán en la Selección. No es imposible ganarse ese derecho, pero es que por delante uno tiene campeonas mundiales patrocinadas. Ahí uno piensa, ¿valdrá la pena gastar esos tres o cuatro millones de pesos que puede costar el viaje?”.
Doña Sandra confirmó que “lastimosamente no solo se debe reunir plata para comida, hotel y transporte. A eso se le suma la implementación deportiva, y es ahí cuando uno queda aburrido, ya que, por ejemplo, un juego de ruedas que hace poco costaba 450 mil pesos, ahora vale casi 700 mil pesos.
Nos pusimos a pensar bien las cosas, y pues mejor nos preparamos para el Panamericano en Ibagué, que es 20 días después. Igual, ellas se sienten muy mal, ya que su sueño es defender los colores del País”.
