Un año y el  conductor no apareció

Foto: SUministradas

REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com 

Hace un año, en la vía Espinal – Guamo, sector Eneal, falleció Fabián Ospina Quintero a consecuencia de un accidente de tránsito. El hombre, de 38 años, iba en su bicicleta y al parecer fue arrollado por una camioneta. Sin embargo, en el accidente resultó lesionado un motociclista. 

Los días pasaron y hoy, aún con mucho dolor, la familia asegura que las autoridades no investigaron. La muerte de Fabián está impune y meses después, de pena moral,  falleció su progenitora, Olinda Quintero. 

En diálogo con Q’HUBO, Maritza Quintero, hermana de Fabián, señaló que las autoridades nunca le dieron un reporte del accidente y que hubo negligencia. 

“En las fotos del accidente, aparece una moto de placa SSP- 34F, pero según la Fiscalía, la Policía en el reporte no la incluyó. El motociclista quedó lesionado y lo que él le dijo a las personas de la ambulancia, a los policías y a las demás que llegaron al sitio, fue que una camioneta blanca había arrollado a mi hermano y por el impacto, mi hermano lo hizo perder el control del rodante ”, aseguró la señora Maritza. 

Y agregó: “Según el reporte de la necropsia, mi hermano sí fue arrollado por la moto. No sabemos a ciencia cierta si a mi hermano lo arrolló primero la camioneta blanca como dijo el motociclista y eso es lo que queremos que se esclarezca. Nosotros nunca hablamos con el motociclista porque lo trasladaron a una clínica; solo tenemos las fotos. Cerca al lugar de la tragedia había unos trabajadores de la ANI ( Agencia Nacional de Infraestructura) pero según ellos, no vieron cómo fue el accidente”. 

La familia ha tocado las puertas de la Personería de Guamo, de la Fiscalía, entre otras entidades, pero aseguran que no les han prestado atención. Incluso, llamaron a uno de los policías que atendió el siniestro, pero les habría dicho que no sabía muy bien cómo había quedado el reporte puesto que estaban en cambio de turno.   

Murió de pena moral 

A raíz de la muerte de Fabián, su progenitora entró en una profunda depresión. Él era el único hijo varón y uno de los menores de seis hijos. Además, era la persona que la acompañaba.  

“Creo que mi madre lo amó tanto que decidió irse en su búsqueda. Ella era una mujer alegre, pero luego de la muerte de mi hermano se encerró en la casa, su estado de salud se deterioró y se negó a ir al médico”, indicó.

Agregó: “El dolor es tan grande, que la casa en la que vivían ( en el barrio Pablo Sexto del Guamo ) está desocupada. Nadie quiere ir por el dolor y la ausencia de los dos. Yo los extraño demasiado. Fabián era como un hijo para mí porque yo lo ayudé a criar. Mi madre murió con ganas de saber la verdad y mirar a los ojos al conductor que causó el accidente para perdonarlo”, puntualizó. 

Una persona muy querida

Fabián Ospina Quintero pertenecía a la barra Barón Rojo Sur del América de Cali. Según sus familiares, el día de su muerte se levantó más alegre de lo normal. Por la mañana le ayudó a su progenitora con algunos oficios y en la tarde, a eso de las 4:30, salió en su bicicleta rumbo a El Espinal. 

“Era un hombre trabajador: cargaba arena, vendía hojas para hacer tamal, leña y además hacía unos barcos muy bonitos dentro de botellas de vidrio. Muchas, muchas personas lo querían y apreciaban. Era el amo de Bruno”, resaltó la señora Maritza.

DATO

Hoy, a las 7 de la noche en la Iglesia Santa Ana de Guamo, se llevará a cabo una eucaristía por el primer aniversario del fallecimiento de Fabián.  

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