REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com
Un grupo de mujeres tolimenses, excompañeras sentimentales de militares, le hace un llamado al Gobierno nacional y al Ministerio de Defensa para que le pongan lupa al subsidio familiar, que cada mes los funcionarios, exparejas, reciben.
Indicaron que se sienten usadas porque fueron abandonadas y, en algunos casos, los hombres se niegan a cumplir la cuota alimentaria de sus hijos, aún recibiendo el subsidio familiar que oscila entre 500 mil y 600 mil pesos cada mes.
A una de las denunciantes la llamaremos María Rojas. Contó que convivió más de 21 años con el padre de sus hijos, un militar que hoy tiene su asignación de retiro.
“Él es muy agresivo, creo yo, por todo lo que vivió en la Institución; los enfrentamientos con la guerrilla y grupos armados. La copa que rebosó la copa fue un día que me agredió y me tiró por unas escaleras. Me fracturé el cráneo y estuve muy mal. Acudí al Ejército, pero no encontré apoyo. No hay una oficina que vele por los derechos de la mujer y que nos escuche. Por el contrario, en medio del proceso de recuperación, él me retiró del servicio médico y quedé desamparada”, dijo.
Luchar por la cuota
Agregó, que le tocó iniciar una batalla jurídica para que el hombre respondiera por sus hijos. “Es muy triste. Fui una mujer dedicada a mi hogar, a mis hijos y a pesar de tener el subsidio familiar, él no quería velar por la manutención de los niños”.
Cuestionó el proceso de desafiliación al sistema de salud del Ejército. “Para que a ellos les den el subsidio familiar, ellos presentan la unión marital de hecho. El subsidio lo otorgan, no cuando tienen hijos sino cuando confirman un hogar, cuando tienen mujer. Sin embargo, cuando ellos quieren o la relación se termina, ellos informan a sanidad y de una vez uno queda desafiliado de los servicios. Debería haber un proceso, una investigación, acerca de qué ocasionó la separación”. Mujeres como ella, crearon un grupo de Whatsapp, donde tratan de ayudarse y cuentan sus experiencias. “He encontrado casos peores que el mío. Mujeres que quedaron en la calle porque el señor vendió la casa (…) y el oficial que usa la ayuda para festejar con sus nuevas parejas”, puntualizó.
