Caminantes todo terreno: amigos que recorren los paisajes más bellos de Ibagué

Han llegado hasta el Nevado del Tolima, Salento, Anzoátegui y recorrieron el camino del Quindío hasta Tapias. Fotos: Floriberto Cardona / Q’hubo Ibagué

Redacción Q’hubo – qhuboibague@gmail.com

Desde hace aproximadamente 30 años y cada ocho días, un grupo de ibaguereños de diferentes edades se dedica a recorrer a pie los paisajes más bellos de la ciudad, una actividad terapéutica que los ha llevado a realizar travesías de hasta cuatro días atravesando la cordillera central. 

Q’Hubo dialogó con el fotógrafo, documentalista e historiador Floriberto Cardona Cedano, quien hace parte de este colectivo de senderistas desde el 2012 y en cada salida, se ha dedicado a documentar con su cámara fotográfica la fauna y flora ibaguereña, así como el crecimiento de la ciudad visto desde los cerros noroccidentales o La Martinica. 

Recorrido del grupo de senderistas ‘todo terreno’ por Llanitos, La Estrella y Pastales.

Recorriendo los paisajes ibaguereños 

Floriberto Cardona conoce muy bien la zona rural de Ibagué y gracias a una invitación que le hicieron hace 10 años José Dimas Tovar, María Helena Lozano, Yolima Cicery, y otras amigas, empezó a realizar caminatas cada semana con un grupo de senderistas de varias edades que llevan hasta 30 años realizando la misma actividad. 

En su caso, desde 2012 hasta 2022 ha contabilizado más de 400 recorridos por corregimientos y veredas, y en cada salida, aprovecha para hacer fotos de mariposas, paisajes, el Nevado del Tolima y registros periódicos del crecimiento de  la ciudad visto desde montañas como la Martinica, Alaska parte alta, La Morena o el Alto de Ambalá. 

La mayoría de integrantes del grupo son mujeres entre los 52 y 70 años de edad que gozan de excelente estado físico.

Ni siquiera la pandemia fue impedimento para seguir visitando la zona rural durante los días de confinamiento obligatorio, pues salía solo y se las arreglaba para llegar a su destino. Recuerda que en varias ocasiones se disfrazó de campesino y pasó desapercibido por los puestos de control que vigilaban el cumpliento de las restricciones que impedían el libre desplazamiento.

Una actividad terapéutica 

Actualmente sigue haciendo senderismo y fotografiando sus recorridos. Lo hace acompañado de este nutrido grupo de amigas y amigos que cada domingo se dan cita para disfrutar de la naturaleza y los paisajes que les ofrece la ‘capital musical’. La mayoría son mujeres que caminan como una terapia de sanación en medio de mucha camaradería y buen ambiente. 

Por lo general caminan por las montañas de la zona rural de Ibagué como el Cañón del Combeima, La Martinica, Ambalá, Clarita Botero, la parte alta de Alaska, Ramos y Astilleros, El Tejar, entre otras veredas; asimismo, han llegado a Cajamarca y desde allí caminaron hasta Anaime, o han cruzado la cordillera central varias veces desde Juntas hasta Palomar en Anzoátegui o hasta Salento (Quindío) en exigentes jornadas de cuatro días. 

En cada salida comparten con las personas del campo que amablemente los reciben en sus fincas.

Una de las salidas que tienen programadas para este año consiste en recorrer el camino del páramo entre Alvarado y Palomar, un sendero nativo que se encuentra documentado en algunos archivos históricos. Hoy irán a La Martinica, saliendo desde la parte alta del Tejar y en adelante, cada ocho días seguirán encontrándose muy temprano para salir a disfrutar de la naturaleza y el paisaje ibaguereño.

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