REDACCIÓN Q’HUBO – qhuboibague@gmail.com
Unas 20 familias del asentamiento Ecoparaíso de Ibagué le hacen un llamado a las autoridades para que les ayuden a mitigar el riesgo, ya que cada vez que llueve, el agua ingresa a algunas viviendas y en otras, una montaña amenaza con desprenderse.
Una de las personas afectadas es Haydi Rodríguez, madre de un niño autista de 13 años. En diálogo con Q’HUBO, la joven relató que con mucho esfuerzo y gracias a la ayuda de un pariente, en octubre de 2021 pudo mudarse a su propia casa.
“La casa me costó 40 millones de pesos. Aunque no es una zona central y es un asentamiento, me decidí porque en otras partes había casas de 100 millones de pesos en adelante y eso es una cifra muy alta para mí”, dijo.
Agregó que en adecuaciones de la vivienda ha invertido más de cinco millones de pesos, cuatro en un muro en la parte de atrás. “Mandé a construir el muro para detener las aguas lluvias y el barro, pero todo fue en vano. La fuerza del agua y la tierra tumbaron el muro y ahora cada vez que llueve el agua ingresa como ‘pedro por su casa’. El fin de semana las lluvias dañaron un equipo de sonido y casi todo se mojó.
“Yo trabajo, soy manicurista, y no es que esté acá porque haya invadido sino porque no encontré otra opción. Toda mi vida pagué arriendo. En el último apartamento pagaba 450 mil pesos mensuales, pero me cansé de ese gasto. Es mejor vivir en lo propio. Necesito que Gestión del Riesgo me ayude a construir un muro más fuerte”, expresó.
Que protejan la vida
La Secretaría de Gestión del Riesgo entregó ayudas humanitarias a seis familias afectadas por las lluvias en el barrio Las Delicias parte alta, donde el fin de semana un deslizamiento cayó sobre una vivienda y le causó la muerte a un niño de 12 años. En medio de la entrega, Hasbleidy Ardila, directora de la oficina de Gestión del Riesgo, le recalcó a las familias la importancia de proteger la vida. Les recomendó salir de las viviendas si está lloviendo, y si es posible, pasar la noche donde algún familiar.
Todo un desastre
“Cuando llueve, el sector se convierte en un desastre. La quebrada crece, impide el paso y se ha llevado motos y animales. La semana pasada mi hijo iba pasando por el puente con la perra y la corriente se lo llevó. Lo más duro es que la Alcaldía no viene, nadie viene”, señaló Jhon Jairo Barbosa, líder del asentamiento Ecoparaíso.
Sufren para ingresar
Desde hace siete años, María Rosa Capador Triviño y su familia viven encima de una montaña. “El terreno cada día se vuelve más inestable. Cada día se nos dificulta más subir a la casa, pero no tenemos para dónde irnos. Aquí vivimos tres adultos y cinco niños. La casa está bien arriba, pero la parte de abajo se está cayendo. Queremos que la Alcaldía nos tenga en cuenta”, dijo la adulta mayor.