REDACCIÓN Q’HUBO – qhuboibague@gmail.com
Hace seis meses comenzó la primera fase de construcción de la 103, la calle que conectará las carreras Quinta y Ambalá y que servirá para descongestionar estas dos avenidas durante las horas pico. Según el contrato inicial, celebrado con el consorcio Ambalá 2021, se tenía previsto que dicha obra fuera entregada en diciembre de 2021.
Casi cuatro meses después de este plazo, residentes de la urbanización Villa Martha aseguran que la demora del contratista los tiene perjudicados debido a las inundaciones, a las dificultades para movilizarse y a la quiebra de varios negocios.
La comunidad del sector le manifestó a Q’HUBO que actualmente en este lugar no permanecen más de cinco obreros, por lo que le piden a la Alcaldía y al contratista que agilice el trabajo.
Perjudicados con la demora
El pasado 27 de diciembre, las obras de la calle 103 fueron suspendidas debido a una solicitud del Consorcio Ambalá 2021, cuyos representantes manifestaron que las lluvias de final de año habían perjudicado el avance de los trabajos, esto, según ellos, sumado a varios inconvenientes que habían tenido con la disposición de escombros y la reposición de redes que debían llevar a cabo las empresas de servicios públicos.
El 9 de enero, Diego Herrán, secretario de Infraestructura de Ibagué, aseguró que dicha suspensión duraría 30 días y que debido a los problemas manifestados por el contratista, se le otorgaría un plazo adicional de alrededor de tres meses.
Asimismo, dijo que no se descartaba la necesidad de adicionar recursos, por lo que finalmente la obra sería entregada en abril de este año.
Q’HUBO visitó la urbanización Villa Martha, ubicada a un lado del puente de Progal y conversó con vecinos del sector.
Manifestaron su inconformidad por la demora en la entrega de esta calle que inicialmente tenían planeado habilitar en diciembre, pero que a la fecha no registra avances significativos. Según ellos, a diario observan máximo cinco obreros trabajando, lo que los hace pensar que la entrega se va tardar más de los previsto. A esto se sumaría que algunas conexiones de alcantarillado registran deficiencias de construcción que han ocasionado inundaciones.
Negocios quebrados
Mauricio Agredo, propietario de la floristería La Buena Hora, le contó a esta redacción que en 2021 generaba alrededor de 10 empleos en su negocio, pero a raíz de las obras de la calle 103 tuvo que cerrar e irse a vender flores a los semáforos para poder cumplir con los compromisos adquiridos con sus proveedores.
El mismo panorama se observa en tiendas, peluquerías y demás negocios de la zona que resultaron afectados con las demoras del contratista y a cuyos establecimientos ya no ingresan los carros de las distribuidoras. Los propietarios de un taller de mecánica automotriz y otro de latonería y pintura, también se vieron obligados a buscar otras fuentes de ingresos debido a que el cierre de la calle alejó por completo a sus clientes.
Problemas de movilidad
Rolando Barreto reside en una vivienda de la manzana B junto a su abuela y su mamá, dos adultas mayores con movilidad reducida que deben salir de sus casas en algún vehículo, pero debido al cierre de la calle, no han podido volver a asistir a citas médicas o diligencias personales.
Luis Carlos Plazas, habitante de la misma manzana, también se ha visto perjudicado debido a que le toca pagar parqueadero para su vehículo del cual obtiene el sustento. Hace unas semanas, tuvo que pagar más de 200 mil pesos por concepto de acueducto y alcantarillado, esto luego de un daño a su contador, causado por los obreros de la calle 103.
Finalmente, los afectados aseguraron que no se oponen a la realización de esta obra que beneficiará a los ibaguereños, pero sí reclaman que se haga con calidad y dentro de los plazos establecidos.
LA CIFRA
2.966 millones, el presupuesto destinado para la primera fase de la calle 103.